Lamenta el pontífice el surgimiento de nuevas señales de antisemitismo y de varias formas de hostilidad general hacia los extranjeros.
COLONIA, Alemania (AP) .-El papa Benedicto XVI advirtió sobre el incremento del antisemitismo y la hostilidad contra los extranjeros al visitar el viernes una sinagoga en esta ciudad de Alemania. Es apenas la segunda vez en la historia que un Papa visita una sinagoga y está cargada de significado en el país desde el cual Adolfo Hitler ordenó el exterminio de judíos y de miembros de otras minorías.
Benedicto XVI, que fue miembro de la Juventud Hitleriana y más adelante desertó del ejército alemán al final de la segunda guerra mundial, habló ante la más antigua comunidad judía en Alemania en un templo reconstruido en la década del cincuenta, luego que fuera destruido por los nazis en 1938, durante la llamada "Noche de Cristal", en la cual fueron destruidos millares de negocios propiedad de judíos, y decenas de sinagogas.
"Hoy, lamentablemente, somos testigos del surgimiento de nuevas señales de antisemitismo y de varias formas de hostilidad general hacia los extranjeros", dijo el Papa en la sinagoga.
El Papa reiteró su compromiso de continuar en la senda de su predecesor, Juan Pablo II, quien hizo la primera visita de un Papa a una sinagoga en Roma, en 1986, y mejoró las relaciones entre católicos y judíos.
Benedicto XVI dijo que se habían hecho progresos, pero "queda todavía mucho por hacer. Debemos conocernos entre nosotros mucho más y mucho mejor".
El pontífice visitó primero el "Salón del Recuerdo", que honra a las seis millones de víctimas del genocidio nazi, entre ellos once mil judíos de Colonia.
Seguidamente, pronunció su discurso desde el púlpito de la sinagoga, tras recibir el saludo del rabino Netanel Teitelbaum.
El Papa recordó el pasado nazi de Alemania, y dijo que "en el siglo veinte, en el período más sombrío de la historia alemana y europea, una insana ideología racista, surgida del neo-paganismo", intentó "exterminar a los judíos europeos".
Una disputa con Israel luego que Benedicto XVI no mencionase al país en una lista de lugares azotados por el terrorismo causó tensión con el estado judío. Las tensiones empeoraron con una dura réplica en la que el Vaticano decía a Israel que no intentase dar al pontífice lecciones sobre qué debía decir.
La visita de Benedicto XVI fue considerada por algunos observadores como una forma de atenuar las tensiones inter religiosas.