¿Ser o no ser..? he ahí el dilema shakespeareno y más ahora a nivel nacional, estatal y local con nuestros personajes metidos en la “polaca” y la infinidad de partidos políticos cuya proliferación brota como la grama y que conforme se avecinan los acontecimientos electorales se propagandean, unos con el partido y los más por su cuenta (personalmente en persona, como dijo por ahí un aspirante a presidente municipal a un municipio lagunero).
Casi todos los partidos políticos están bien conformados en sus estatutos en el “casi” van incluidos el Verde Ecologista de México, Convergencia, Vamos México y Alianza Sociodemocrática, por citar algunos.
Pero veamos, la cosa es sencilla, en el PRI sus estatutos son buenos y sus preceptos maravillosos, lo mismo sucede en el PAN y el PRD, es decir que no es el partido donde se da la descomposición, sino la turba y la gavilla de truhanes que componen estos partidos y cuyos estatutos y reglamentos se los pasan por “donde Chila se pasa el peine”.
El PRI, partido que mató a la gallina de los huevos de oro y el pueblo en 2000 le negó el voto, un Tricolor con pocos hombres y mujeres buenos, sin embargo la gran mayoría de los gobernantes emanados de este partido en su tiempo impuso como uso y costumbre la rapiña.
Por lo que el pueblo a estos gobernantes los tiene clasificados como malos funcionarios, ratas, corruptos, donde en forma impune emplearon el usufructo y en más de los casos el tráfico de influencias y desde luego el nepotismo y lo peor es la impunidad que el mismo partido les brindó y el que los sigue protegiendo, este partido nunca castigó a las ratas, los asesinos, los mapaches, los defraudadores de su propio partido que en sus administraciones se gestaron, lo único que el PRI nunca perdonará es la deslealtad.
Hombres preclaros y honestos, inclusive grandes pensadores y estadistas emanaron por este partido y podemos decir que desde don Lázaro Cárdenas del Río hasta don Jesús Reyes Heroles pasando inclusive por don Adolfo López Mateos y el tabasqueño Carlos Madrazo, padre del inefable Roberto Madrazo Pintado, aclarando que para los zapatos de don Carlos, su hijo no sería capaz ni de abrocharle las agujetas. Otro gran hombre priista fue sin duda el maestro Agustín Yánez en su tiempo secretario de Educación.
Al igual que el PRI, el PAN, siempre estuvo como oposición y fue el único partido que logró sacarlo de Los Pinos después de más de setenta años en el poder y la transición tan anhelada llegó. Donde sin duda también generó grandes pensadores y luchadores sociales, Conchello, el doctor Nava, Luis Álvarez y Morfín quien fue de hecho su fundador, sólo por citar algunos. El efecto Fox y su mercadotecnia que logró levantar fantasías políticas hizo el milagro.
Sin embargo en el PAN para desgracia de los mexicanos cayó en lo que tanto criticó, el tráfico de influencias con el “Jefe Diego” por citar un ejemplo, Lozano Gracia otro fracaso entre los hombres, etcétera.
El PRD, con cientos de priistas y esquiroles de otros partidos resentidos y que para no morir de hambre se vinieron a refugiar en este partido, Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Camacho Solís son el clásico ejemplo, en fin, en cada partido existen cosas buenas, pero la realidad es que son aves raras en la política nacional.
Como se lleva a cabo y celebra la política en nuestro país, estados y municipios es escandalosa y no hay compasión para los opositores, sean estos partidos o personas, el debate no es ciertamente colegiado, sino lleno de intrigas, traiciones y odios intrínsicos inclusive hacia sus propios compañeros de partido.
No hay propuestas, ni de personas ni de partidos, sólo intereses particulares, de pronto los partidos y personas se convirtieron en proyectistas con letras y palabras que ante la realidad se difuman.
Los mesiánicos enarbolando banderas y causas ajenas y corrigiendo lo incorregible, que de hecho son ellos mismos. La miserable y atroz política que muchos hombres y mujeres utilizan en sus acciones para propagandearse y llevar a cabo el secuestro de los ciudadanos vía administraciones, en el mayor de los casos.
En algunas pasadas elecciones, el caso de Durango 2004 votaron menos del 40 por ciento lo que demuestra la poca credibilidad que se les tiene a las personas, en Tlaxcala pasó lo mismo y en las últimas elecciones en los Estados de Guerrero, Baja California y Quintana Roo, la ausencia de votantes fue tangible, en Coahuila pronto serán en septiembre y con el encono que priva en el terreno político los antagonistas del mismo partido y otras organizaciones en pleno zafarrancho de combate, poco ayudan al estado, que la verdad sea dicha es un desastre en el plano que se le vea, (desempleo, falta de escuelas, servicios en carreteras, inseguridad, salud, etcétera); así lo quieran maquillar con anuncios monumentales e inserciones pagadas a nivel local y nacional.
Por lo pronto en Coahuila se sigue la conseja de don Fidel Velázquez: “el que se mueva no sale en la foto” y sólo esperan la voz del gobernador Enrique Martínez y Martínez, el primer priista del Estado, para sacar al palomeado, en una contienda interna mañosa y con un mal disfraz. Y aquí ya no será el partido el bueno, sino la persona en los otros partidos, como el PAN será igual, pero con la ropa sucia lavada en casa, en los partidos satélites, el Tótem, (entiéndase el dueño del partido) a nivel región dirá quién es la persona palomeada.
En el caso del PRD a nivel estatal, el mensaje que dejó López Obrador el cinco de febrero de 2004 fue muy claro, que las familias que componen este partido y que se adueñaron de éste, se arreglen o busquen otro; y contó la parábola de don Benito Juárez cuando formó su gabinete.
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