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MÉXICO, DF.- Una madre piensa constantemente en el futuro de su hijo y siente la obligación de proporcionarle todas las habilidades necesarias para que logre destacar frente a la exigente competencia. ¿Considera que la escuela es insuficiente para que su pequeño esté bien preparado y lo inscribe en toda clase de cursos extracurriculares con el fin de ayudarlo?
Su intención no es mala; sin embargo, especialistas en el tema han denominado esta forma de actuar como ?hiperpaternidad y aseguran que criar hijos perfectos provoca serios estragos emocionales en los pequeños, pues ellos pueden generar estrés o ansiedad a corta edad, los cuales, según el sociólogo estadounidense Alvin Rosenfeld, presidente de la Academia Americana de Sicólogos Infantiles, ?aumentan el riesgo de caer en las drogas, el alcohol o a iniciarse precozmente en la vida sexual?.
¿INFANCIA PERFECTA?
Rosenfeld dice que parte del origen del problema es la idea que tienen los padres de que su obligación es dar una infancia perfecta a sus hijos, en este sentido se trata de una ?filosofía que se construye sobre la creencia de que la enseñanza y la exigencia combinadas con las prácticas regulares pueden transformar a cualquier niño en un cuasigraduado universitario?.
La periodista Andrée Aelion Brooks, del periódico The New York Times fue la primera, en 1990, en estudiar a las madres que exigen a sus pequeños que desarrollen diferentes actividades y todas a un nivel de excelencia.
Así, pasan el día llevándolos de una actividad a otra y ?dejan de ser padres o madres para convertirse en choferes?, dice Rosenfeld, además, todas deben llevarse a cabo con seriedad absoluta.
