La familia Salinas de Gortari que de la cúspide del poder pasó en los últimos años al infortunio, se alista a regresar a la contienda política.
La absolución y liberación de Raúl Salinas de Gortari pone de nuevo en el escenario a este controvertido clan que hará hasta lo imposible por recuperar el poder en 2006.
Lo lamentable a estas alturas no es que Raúl Salinas haya pasado diez años en prisión “injustamente” como pregonan sus defensores, sino que ha sido absuelto de toda culpa en el crimen de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu.
Hace diez años un juez sentenció a 50 años de cárcel a Salinas luego de un largo y polémico juicio que atrajo la atención de la sociedad mexicana.
Diez años después los magistrados del tribunal colegiado encuentran que Raúl es inocente o al menos no encuentran pruebas para confirmar la condena.
¿Fue el juez quien equivocó su decisión en contra de Salinas o son los magistrados quienes ahora actúan con benevolencia a favor de tan influyente político?
Lo lógico en cualquier país es que a los diez años un reo deje la prisión por haber purgado su sentencia con una buena conducta, pero no por ser inocente.
En Estados Unidos, el cantante Michael Jackson acaba de ser declarado inocente de diez cargos. Esto ocurre a un par de años de iniciado el juicio, antes de ser sentenciado y de haber pisado la cárcel.
Lo cierto es que Salinas de Gortari contó con el respaldo de un equipo de abogados de primera línea encabezados por Alonso Aguilar Zinser, de lo contrario no se hubiera evitado la monserga de pasar diez años más tras las rejas.
También ha sido clave el apoyo de la red de amigos y socios que el clan Salinas tejió desde que Raúl padre estuvo en el gabinete y luego Carlos llegó a la Secretaría de Programación y Presupuesto en 1982.
Es conocida la relación del clan Salinas y Ricardo Salinas de TV Azteca, también con Carlos Slim de Telmex e incluso con el grupo Reforma que tanto el ex presidente Carlos como Raúl utilizan con frecuencia para conceder exclusivas y publicar cartas aclaratorias.
Tal como ocurre en estos casos de celebridades -¿recuerdan el juicio de O.J. Simpson?- se deja libre al principal sospechoso pero sin resolver el crimen.
A estas alturas, ¿quién sería entonces el autor intelectual de la muerte de José Francisco Ruiz Massieu y de la misteriosa desaparición de Manuel Muñoz Rocha? ¿Quedará este caso impune como suele ocurrir en la justicia mexicana?
A todas luces Raúl Salinas no es ningún santo. En Suiza prosigue el juicio por sus cuentas de más de cien millones de dólares, cuyo origen no ha sido aclarado a cabalidad. Las sospechas van desde el lavado de dinero del narco o de favores políticos, toda vez que Raúl fue el encargado de negociar la venta de varias paraestatales mexicanas.
Conocido como el hermano incómodo, Raúl se metía en todo, incluso en la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio quiso influir en importantes decisiones.
Obtuvo por lo menos un pasaporte falsificado, abrió cuentas millonarias en el extranjero sin declarar fiscalmente tales sumas, maniobró la venta de paraestatales y participó en infinidad de negocios turbios ligados al Gobierno Federal.
Pero como los mexicanos tenemos muy poca memoria y los políticos muy poca vergüenza, no descarte que Raúl o su hermano Carlos busquen en 2006 regresar a la política a través de una diputación, senaduría o incluso en el gabinete si gana el PRI la Presidencia.
Lo cierto es que la participación abierta o encubierta de tan poderoso y nefasto clan político en los próximos comicios en México, será un hecho.
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