EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El tamaño

Sergio Sarmiento

“El tamaño sí importa”.

una amiga

La experiencia me ha enseñado a tenerle desconfianza a las listas de comparaciones internacionales. La FIFA, por ejemplo, coloca actualmente a la selección mexicana de futbol en el octavo lugar mundial. Esto significa que estamos arriba de equipos como Italia, que está en lugar el lugar número diez o de Alemania, que actualmente se encuentra en el vigésimo.

Pero los mexicanos sabemos que cuando nuestra escuadra entra al terreno de juego no estamos realmente en ese lugar de privilegio. La semana pasada, por ejemplo, la selección nacional jugó en Chicago en contra de un equipo de Polonia que no incluía a sus integrantes más importantes. Pero a pesar de que Polonia se encuentra en el lugar 25 de las listas de FIFA, nuestro equipo a duras penas pudo arrancarle un empate a un gol.

Me queda claro, por otra parte, que en un juego entre México e Italia o Alemania no sería nuestra escuadra la favorita, independientemente de lo que señalen las estadísticas de la FIFA.

La misma impresión de engaño que me dan las clasificaciones de la federación de futbol me han causado siempre las listas que colocan en orden a las economías del mundo por su dimensión bruta, como lo hace anualmente el FMI. Lo que miden estos economistas puede ser interesante, pero no tiene nada que ver con la vida cotidiana de las personas. Y, sin embargo, por razones políticas se ha tratado de aprovechar esta información.

Durante un tiempo largo el presidente Vicente Fox enfatizó en sus discursos el hecho de que la economía mexicana era la novena del mundo. Llegó a sugerir incluso la posibilidad de que México ingresara como miembro permanente al ahora denominado G-8, que es el grupo de los siete países más prósperos del mundo con la adición de Rusia. El argumento que se manejaba de manera informal era que si el G-8 incluía a las ocho economías más grandes del planeta, México, con la novena economía, podía entrar perfectamente bien en la organización para formar el G-9.

La verdad es que así como la lista que nos coloca en el octavo lugar entre las selecciones nacionales de futbol no significa que tengamos un mejor equipo que Italia o Alemania, que están peor clasificados, el ocupar el noveno lugar entre las economías del mundo en 2001 no significaba tampoco que tuviéramos el noveno nivel de vida. Muchos países tienen economías muy pequeñas, como es el caso de Luxemburgo o Islandia, pero su nivel de vida es muchas veces superior al nuestro.

Incluso cuando ocupábamos el noveno lugar entre las economías del mundo, nuestro país estaba relegado al lugar número 55 del índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas.

En otras palabras, una vez que se consideraban los factores que realmente afectan la vida de la gente, como la alimentación, la educación o los servicios de salud, ya distábamos de ser la novena economía del mundo.

Independientemente de lo anterior, en términos estrictos de dimensión bruta de la economía hemos estado cayendo y eso no se puede ocultar. Ayer el presidente Fox objetó que se le diera publicidad a las proyecciones del FMI que consideran que nuestra economía caerá al lugar número 14 del mundo al terminar 2005. “Estamos hablando de pronósticos, no necesariamente compartidos”, dijo el mandatario. “Son pronósticos, estimaciones que no deben darse como un hecho”.

Y es verdad: bien podría ocurrir que México no quedara relegado al lugar número 14 a fin de año. Quizá podría estar en el puesto decimotercero.

Pero eso no es lo realmente significativo. La caída de México en términos de dimensión de su economía ha sido evidente en los últimos años, incluso ya con cifras definitivas. Si bien el FMI nos consideró como la novena economía del mundo en 2001, el estancamiento que sufrimos hizo que nuestro país pasara al undécimo lugar para 2004. Y éstas no son predicciones, sino cálculos sobre la dimensión real de nuestra economía en cada uno de estos años. Si se rechazan los de 2004, o las proyecciones de 2005, el Gobierno nos tendrá que explicar por qué echó las campanas al vuelo con los de 2001.

Pero no es la dimensión bruta de la economía mexicana lo que nos debería preocupar. Poco importa si vivimos en una economía de mayor tamaño: lo realmente importante es qué nivel de vida le damos a nuestra gente. Y ahí es donde hasta ahora hemos fallado. No es culpa del presidente Fox, pero es un hecho.

INTERESES

Sigue el aumento de las tasas de interés. Los fondos federales en Estados Unidos llegaron ayer a tres por ciento. Los Cetes mexicanos a 28 días están a 9.77 por ciento. Las alzas se esperaban, pero no dejarán de tener consecuencias. Lo lógico es esperar una desaceleración económica internacional y una salida de capitales de los mercados emergentes a Estados Unidos y otros países desarrollados.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

Leer más de EDITORIAL / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 147035

elsiglo.mx