San Francisco (EU), 30 oct (EFE).- La celebración de Halloween da este año más miedo que nunca. Y si no que se lo pregunten a los vecinos de la mujer que permaneció colgada de un árbol durante catorce horas y que fue confundida con un adorno macabro.
El ingrediente clave de esta fiesta, que se celebra cada 31 de octubre, es, por supuesto, la muerte y su parafernalia.
Sin embargo, aunque se trate de una muerte recreada en detalle, con sangre y vísceras y otros "complementos" cada vez más sofisticados, se trata de una muerte falsa.
La realidad sobrepasa a la ficción, y ningún adorno de Halloween puede resultar más terrorífico que la mujer de 42 años que permaneció colgada de una soga al cuello.
Al parecer, la mujer, cuya identidad no ha sido divulgada, trepó a un árbol cercano a su casa, en Frederica, en el estado de Delaware, con la aparente intención de suicidarse.
Aunque ningún momento es bueno para esto, seguramente la mujer eligió el peor de todos, ya que permaneció suspendida del árbol y confundida por los vecinos con una muy lograda y realista decoración de Halloween.
"Parecía como algo que hubiesen colgado allí de adorno", dijo una vecina a la prensa local.
Tanto susto no puede sentar bien, sobre todo a los más pequeños.
En un estudio reciente realizado entre niños de seis y siete años, la psicóloga de la Universidad de Pensilvania Cindy Dell Clark encontró que la mayoría de los padres no se dan cuenta de hasta qué punto la fiesta puede ser terrorífica para los niños.
Los estudios para determinar el efecto de la fiesta en los niños son escasos, pero muchos psicólogos advierten a los padres de que algunos aspectos de Halloween pueden resultar demasiado fuertes para la imaginación de los pequeños, que no está madura para distinguir entre la realidad y la ficción.
Según Clark, que se pasó tres festejos de Halloween entrevistando a padres y retoños, a los niños no les sienta muy bien la fiesta.
"Halloween es una fiesta en la que los adultos animan a los niños a comportamientos que son tabú el resto del año", escribió la investigadora en el diario antropológico "Ethos".
Origen irlandés
La fiesta negra estadounidense por antonomasia, que trajeron a EU los inmigrantes irlandeses en el siglo XIX, es, en muchos casos, el primer encuentro con el espinoso asunto para niños demasiado pequeños para asistir a funerales familiares.
"Los niños ven las cosas en el plano de la realidad, mientras que los adultos buscan escabullirse de las cosas reales como la muerte tratándolas como diversiones", señala Clark.
Al margen de los niños, quien sin duda acaba temblando es la cuenta bancaria.
Trick or Treat
El "día nacional del terror" o fiesta de la noche de brujas, en el que niños disfrazados de monstruos se dedican a aporrear las puertas con el consabido "Trick or Treat" (Golosina o travesura) es una mina de oro que cada vez tiene más filones, hasta el punto de que la Federación Nacional de Minoristas lo considera el inicio de la temporada navideña de ventas.
Los consumidores se gastarán 3 mil 300 millones de dólares este Halloween en sangre falsa, maquillaje estrambótico y decoración macabra para el hogar, como ataúdes, lápidas, calaveras, telarañas, disfraces macabros y tumbas.
Se trata de un cinco por ciento más que el año pasado, según el estudio de la mencionada organización.
Además, espoleados por una lucrativa industria, los eventos de Halloween se celebran ya a lo largo de todo el mes de octubre y en todas partes.
Uno puede ir a comprar una calabaza y encontrarse con un paseo por una casa encantada, montado en un poni o aprendiendo a decorar la gruesa cáscara de una calabaza.
Cada noche, durante el mes de octubre, Knott's Berry Farm, un parque recreativo de Buena Park, en California, se transforma en la "granja del miedo", y por cerca de 50 dólares puede uno aterrorizarse a gusto.
