Washington, (EFE).- Hay que tener cuidado con los que salen del estadio alborozados por el triunfo de su equipo, ya que son los que generan la violencia y no los que están abatidos por la derrota, según un estudio publicado en la revista "Injury Prevention".
La investigación fue realizada por científicos galeses en la ciudad de Cardiff, donde los equipos nacionales de futbol y rugby jugaron 180 encuentros entre mayo de 1995 y abril de 2002.
Al cabo de esos partidos, los servicios de emergencia atendieron 27 mil casos de heridos en casos de violencia entre los espectadores.
La sorpresa surgió cuando los investigadores decidieron tomar en cuenta si el equipo local había ganado o perdido y notaron que el resultado tenía un impacto considerable en el número de "bajas".
Cuando Gales perdía sus partidos ya sea de rugby o de fútbol, la cifra media de heridos por agresiones era de 33. Pero cuando el equipo perdía, los incidentes de violencia se reducían a un promedio de 25.
"El análisis de las cifras sugiere que la violencia tal vez no sea resultado de factores negativos como la derrota del equipo nacional, sino resultado de un hecho positivo como el triunfo", señalaron los investigadores.
Explicaron que el triunfo puede aumentar la seguridad, la prepotencia o el patriotismo, todos ellos factores que conducen a la violencia.
La investigación tuvo otra conclusión lamentable: la violencia doméstica se acrecienta cuando el equipo del hombre de la casa es el triunfador.
Por supuesto, en casi todos los casos el triunfo está estrechamente vinculado con el consumo de alcohol, otro factor que es sinónimo de violencia, según los autores del estudio.