Nueva Delhi, (EFE).- Más de un centenar de elefantes se han quedado "en paro" al prohibirse el tradicional paseo para turistas en el fuerte Amber de Jaipur, tras constatar las autoridades que varios de estos animales padecen trastornos de comportamiento.
La serpenteante ruta que recorre una colina rocosa para ascender hasta la imponente fortaleza de Amber, a unos 11 kilómetros de Jaipur, ya no puede recorrerse sintiendo bajo los pies el lento balanceo de un paquidermo.
El Departamento de Turismo del colorido estado de Rajastán, uno de los más visitados de la India, ha decidido poner fin a esta tradición, que supone uno de los mayores atractivos turísticos de la zona, al considerarla demasiado arriesgada.
La drástica decisión se ha tomado después de que, el pasado 15 de septiembre, uno de los elefantes se volviera loco repentinamente y provocase la muerte a un guía turístico y heridas a varios viajeros.
El disparo de un flash para tomar una foto de dos turistas belgas que viajaban a lomos del paquidermo enervó al animal, que golpeó a los extranjeros y a su guía, que falleció a causa de las heridas.
Tras este grave incidente, las autoridades decidieron hacer controles a los alrededor de 120 elefantes que se dedican a subir y bajar turistas a la histórica fortificación desde hace más de cincuenta años.
Según informó la agencia de noticias IANS, de los 91 elefantes que han sido estudiados por el momento, al menos seis "no tienen una buena condición mental".
La fuente indica que al menos dos no estaban domesticados y uno presentaba serios daños.
"Hemos decidido prohibir de forma indefinida el paseo y hemos propuesto llevar hacer nuevas pruebas a los elefantes de esta zona", informó Pawar Kumar Jain, del Departamento de Turismo.
Por su parte, el director de Turismo del estado de Rajastán, B.L.
Gupta, afirmó que "aunque el paseo en elefante sea una gran atracción turística debemos tomar medidas para garantizar que se haga de forma segura. Los visitantes deben disfrutar el paseo, pero también sentirse seguros".
La medida ha originado protestas de los dueños de los paquidermos, que cobran alrededor de 10 dólares por cada paseo y afirman que no tienen ningún medio alternativo con el que ganarse la vida.
Azi Abdul Rasheed, secretario de la Asociación de Propietarios de Elefantes, declaró a la agencia ANI que "nuestras familias dependen de este trabajo".
"¿Cómo podremos alimentar a nuestras familias si continúa la prohibición?. No tenemos siquiera dinero para iniciar otro negocio", agregó.
Pero los problemas mentales de algunos de los animales no son el único que plantean estos coloridos paquidermos, cuyos cuidadores no dedican grandes medios en proporcionarles asistencia sanitaria.
Según denunció hace tiempo la Asociación de Guías Turísticos, al menos veinte de los más de cien ejemplares del fuerte Amber tienen problemas de ceguera.
Además, las autoridades culpan a los propietarios de los elefantes de no hacerse responsables de alimentarles adecuadamente y de no mantener limpios los alrededores de la fortaleza, una impresionante construcción de finales del siglo XVI.
Los paseos en carroza, a caballo, en camello o en elefante son una de las atracciones más llamativas de la India, donde no es extraño encontrarse a estos animales paseando por las calles incluso de las grandes ciudades, pero las medidas de seguridad son escasas y los controles por parte de las autoridades prácticamente inexistentes.
Silvia García, una turista española, sufrió ayer un grave accidente en Nueva Delhi al hacerse una herida profunda con un hierro punzante mientras descendía de un elefante.
Tras ser operada de urgencia en un hospital de la capital, esta viajera dijo a EFE, mientras sostenía cuidadosamente su brazo vendado, que continuará su periplo por este maravilloso país, aunque afirmó tajantemente que, "no volveré a subirme a ningún animal".