Río de Janeiro, (EFE).- Un concurso de belleza transformó a una docena de reclusas de una lúgubre prisión en Brasil en modelos de pasarela y las hizo sentir "célebres" por un día en la elección de su reina, la "Chica TB".
El certamen organizado por las propias presas coronó a la carioca Ana Paula Costa, de 23 años, como la mujer más bonita del penal femenino de Talabera Bruce (TB), en el complejo carcelario de Gericinó, oeste de Río de Janeiro.
Como primera finalista quedó Alessandra Aparecida Marques y como segunda Marciluce de Lima. Una venezolana, Nacarid Bello, de 24 años, no logró figurar en el cuadro de honor.
Las 12 finalistas, juntas, suman sentencias de poco más de 100 años, la mayoría por tráfico de drogas.
"Espero que este sea el primer paso para la conquista de mi sueño de ser modelo", dijo Costa, madre de dos niños, de cuatro y ocho años.
Buena parte del penal se tomó muy en serio este concurso, donde se inscribieron 26 candidatas y que desde el año pasado es promovido por las autoridades y por el periódico interno "¡Sólo Eso!" también elaborado por las propias reclusas como una forma de mantener su contacto con el mundo exterior.
"Así el tiempo duele menos", señaló a EFE Rejane Vasconcelos, una de las reclusas, mientras ayudaba a las "misses" a vestirse, a maquillarse, a ponerse bonitas.
"El desfile les da masajes en el ego, las hace sentir que tienen más valor", agregó.
En uno de los pabellones fue improvisado un camerino, con 10 peluqueras, estilistas y maquilladoras que se ocuparon de cada una de las chicas hasta poco antes de los desfiles en traje casual, deportivo y de gala.
Cuatro de las muchachas también exhibieron trajes de novia, creados por el estilista carioca Euridis Camilo, quien también entrenó durante 60 días a las participantes en menesteres como caminar en pasarela, etiqueta, comportamiento social y confección.
"Al comienzo fue difícil. Ellas son marginalizadas, discriminadas, con la autoestima muy baja", comentó Camilo mientras daba los últimos toques al peinado de una de las chicas. "Ahora la única diferencia es que están reclusas", agregó.
Camilo y su equipo prepararon a las candidatas y les prestaron vestidos de alta costura que valen hasta 7.000 dólares. También les consiguió donaciones de maquillajes y tintes.
En 2004 el concurso contó con Carmen Zoraida, una bailarina de Venezuela, presa por tráfico de drogas, que usó todo el bagaje traído "del país de las misses" para entrenar a su compañeras.
"Ella nos enseñaba el modo de andar, nos daba recomendaciones de maquillaje y peinado", contó Barbara Freitas, tercera finalista en la edición de 2004, mientras posaba otra vez para los fotógrafos.
"En este día una se siente una celebridad, olvida que está en este lugar, que esto es una cárcel", agregó Bárbara, quien ya casi ha pagado cuatro años por intentar pasar 65 gramos de marihuana al interior de una cárcel donde estaba preso su marido.
Talabera Bruce alberga a 299 presas y tiene capacidad para 310, explicó el director Marcos Pinheiro, entusiasta promotor del concurso."Todas pueden participar, la única condición es que estudien o trabajen".
"Las mujeres no aceptan la condición de presas", y este tipo de iniciativas las ayudan a recuperarse para la sociedad, agregó.
Durante todo el año se realizan actividades culturales, deportivas y religiosas y las propias reclusas dicen que todo eso ayuda a bajar las tensiones y reducir los conflictos.
La esperada hora del desfile descarga todo ese entusiasmo. El toque solemne lo pone un pastor evangélico que invoca a Jesús. De un pastel sale una cantante de gospels y aparece un coro de presas con vestidos azules que cantan con los brazos al cielo.
Después, una música tipo "funk", un género electroacústico cultivado en las favelas de Río de Janeiro, sirve de pista para que las chicas más desenvueltas pongan cara de "top model", o las más inseguras rían con timidez. Entre desfile y desfile, dos conocidos cantantes y bailarines de samba animaron la fiesta.
Un jurado de jueces penales, fiscales y periodistas eligió a la ganadora.
Además de la fama por un día y ver sus fotos en las páginas de los más importante diarios del país, la reina y sus damas ganaron como premio pantalones "gang", famosos en Brasil porque realzan el trasero de las mujeres. También recibieron estuches de maquillaje y pequeños aparatos electrónicos.
