Un constante acoso es el que reciben algunos comerciantes en el ex Campo Deportivo, quienes se dedican a la venta de elotes en este lugar, por parte de los elementos de la Coordinación de Inspección Municipal, pues a algunos les decomisan parte de la mercancía y a otros sólo los molestan diariamente con amenazas,
Tal es el caso de Agustín Ávila, quien viene desde el poblado Refugio Salcido, en busca de un mercado para sus elotes, que vende a 1.50 pesos cada uno, mismos que se encuentran apilados en una pequeña traila que arrastra desde su domicilio.
Solamente durante dos meses al año es cuando él y otros compañeros vienen desde los lugares donde procede la mercancía, para buscarle un mejor destino a la cosecha que obtuvieron, sin embargo, Agustín Ávila sufre de la visita de los inspectores municipales, quienes incluso le decomisaron hace poco 300 elotes.
La cuestión es que solamente decomisan parte de la mercancía, mientras Agustín está llevando a cabo su trámite en la Presidencia Municipal, para pagar 500 pesos. Él tiene visitando el ex Campo Deportivo desde hace mucho tiempo año con año y sólo pide que los dejen trabajar para recuperar algo de la cosecha y antes de que se acaben los elotes.
No es el único caso de acoso por parte de los inspectores, a quienes señalan de prepotentes y agresivos, cuando hacen su trabajo, pues dicen: ?ya saben quiénes tienen permisos y quiénes no y de todos modos piden el papel, solo por molestar?, como dice Maribel Núñez Salazar, quien afirma que la mercancía proviene de parcelas ubicadas en la ciudad de Durango.
Ella a veces vende más barato el elote, desde 1.30 a 1.50, pero se queja de la forma de trabajar de los inspectores, que a diario los visitan, como también en el caso de Jesús Rodríguez Barrón, que también viene de la ciudad de Durango.
Hay otros comerciantes que provienen hasta de otros municipios, como es el caso de la familia Carrola, según explica Armando Carrola García, quien indica que los inspectores constantemente los amenazan con decomisarles el producto, pues sólo tienen un permiso y llevan dos camionetas. Los inspectores les dicen que deben tener un permiso por camioneta, y que de lo contrario les quitarán los elotes, situación que calificaron como injusta. La familia Carrola proviene desde Villa Unión, municipio de Poanas.
Paradoja
Entre el empleo y el comercio informal
· Hay personas que sólo hacen uso del comercio informal en temporadas como los ?eloteros?
· Los ?eloteros? buscan acomodar su producto para sacar prontas ganancias de sus cosechas.
· En contraparte hay otro tipo de comerciantes de alimentos que tratan de monopolizar su actividad en varias partes de la ciudad
· Por la falta de empleo, el comercio informal continúa creciendo sin que muchas veces las autoridades municipales puedan controlarlos adecuadamente
Fuente: Investigación de El Siglo de Durango
