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LONDRES, INGLATERRA.- El cantante Elton John y su compañero sentimental, David Furnish, contrajeron matrimonio ayer en la idílica localidad de Windsor, situada al oeste de Londres, después de más de 11 años de relación.
Meses después del enlace real entre el príncipe Carlos y Camilla Parker, el Guildhall de Windsor, elegante edificio del siglo XVII, fue el escenario de una de las bodas más célebres del año, pero esta vez entre dos hombres.
John, de 58 años, y su compañero sentimental, de 42, vestidos con traje negro, llegaron al Ayuntamiento en un elegante carro negro con ventanillas oscuras.
La ceremonia, que duró alrededor de una hora, se celebró en la más estricta intimidad, con la presencia de la familia más cercana de la pareja, entre los que se encontraban la madre del cantante, Sheila, y su padrastro, Fred, además de los padres de Furnish.
El acto fue conducido por la funcionaria del registro civil Claire Williams, quien hizo oficial el matrimonio entre el príncipe Carlos y Parker.
El autor de Candle in the Wind y Furnish se convirtieron así en una de las primeras parejas homosexuales que legalizan su relación en Inglaterra.
Según la prensa local, el lugar de la ceremonia estuvo adornado con lirios blancos, una de las flores preferidas del cantante, quien estuvo ya casado en la década de los 80 con Renate Blauel, matrimonio que duró tres años.
A su salida del Guildhall, los recién casados se mostraron relajados y felices ante los cientos de aficionados que les esperaban, a los que obsequiaron repetidas sonrisas, abrazos y muestras de cariño.
Fans, curiosos, periodistas y fotógrafos rodearon durante horas el edificio donde se celebró el enlace, protegido desde esta madrugada por un cordón policial que impedía el paso y contenía a los aficionados y la prensa.
Se calcula que las medidas de seguridad, proporcionadas por la policía local y agentes privados, costaron a la pareja entre tres y cinco millones de dólares.
La verdadera fiesta empezó más tarde en la mansión del cantante, cerca de Windsor, con una recepción de más de 700 invitados, entre ellos Victoria Beckham, Liz Hurley, Hugh Grant, Jemima Khan o Sharon y Ozzy Osbourne.
En el menú, de acuerdo con la prensa local, el típico pastel de carne fue sustituido por cordero asado.
La fiesta, que fue también amenizada por champagne rosa, considerado uno de los más caros del mercado, costó alrededor de 1.8 millones de dólares, cifra asequible para John, cuya fortuna se calcula en unos 324 millones de dólares.
Entre los actos festivos se barajó la posibilidad de lanzar fuegos artificiales, pero la mansión se encuentra muy cerca del aeropuerto londinense de Heathrow, por lo que requerían un permiso especial para evitar el deslumbramiento de los aviones.
La celebración fue privada, por lo que estuvo terminantemente prohibido el acceso de los fotógrafos, quienes trataron de captar imágenes de los felices novios y de sus famosos invitados.
El reconocido cantante rechazó incluso una oferta de diez millones de dólares, hecha por una televisora estadounidense para grabar en exclusiva la ceremonia y el banquete de la boda.
