La terapia de embrioblastos se basa en inyecciones de extractos embrionarios de tejido dental, las cuales son una alternativa para borrar las arrugas y reparar la piel sin vida.
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El correr del tiempo y las características individuales de cada persona hacen que, irremediablemente aparezcan esas pequeñas hendiduras en el rostro que comienzan a evidenciar la edad. A muy pocas personas en esta época les gusta presumir sus arrugas, más bien preferimos eliminarlas o, al menos, atenuarlas.
La medicina estética ha invadido el mundo, y cada día avanza a pasos agigantados para acabar con esos signos que evidencian casi a gritos la edad real, e incluso, la que ni siquiera hemos alcanzado. Gracias a estos nuevos avances tecnológicos, la cirugía plástica se vuelve un asunto de elección y no de obligación, especialmente si comenzamos a cuidar y atrasar el paso de los años a partir de que esas pequeñas líneas de expersión aparecen y no cuando ya cubren toda la cara y el cuello.
La terapia de embrioblastos se basa en inyecciones de extractos embrionarios de tejido dental, de hecho su nombre debería de ser odontoblasto, pero el doctor André Mauric, su descubridor, pensó que no era una denominación exitosa para un regenerador celular.
Estas inyecciones son una alternativa para borrar las arrugas, regenerar y reparar la piel sin vida. Con su aplicación se reconstituyen las fibras naturales del colágeno y la elastina, que son las que sostienen los tejidos.
Además de ayudar al crecimiento celular y contener vitaminas, minerales y ácidos, son un tratamiento biológico, no médico, asimilable en su totalidad y sin mayores riesgos. Aporta a las células envejecidas los elementos nutricionales indispensables para su buen funcionamiento. El proceso dura 30 minutos y comienza con la evaluación por parte de un especialista, en este caso la doctora Teresa Cantón, cirujana dentista, para definir las verdaderas necesidades del paciente. Posteriormente, hace una buena limpieza del área en la que va a trabajar, aplica una crema anestésica, puntea a lo largo del recorrido de las arrugas en la que se van a aplicar los embrioblastos patas de gallo, labios, líneas de expresión, cuello y rictus. Después de la aplicación aparecerán pequeños puntos rojos que desaparecen en algunos minutos; algunas personas presentan pequeños moretones o manchas rojas, pero éstos también se quitan en unas horas.
Es muy raro que los puntos en donde se inyecta se infecten; sin embargo, puede suceder si no se desinfecta bien la piel antes de comenzar el tratamiento, o si la paciente se aplica maquillaje inmediatamente después de la sesión.
De acuerdo con el diagnóstico que realiza la doctora en la primera cita, indicará el número de sesiones requeridos de acuerdo con cada persona; sin embargo, se sugiere un mínimo de cuatro sesiones semanales y se recomienda iniciar con esta novedosa terapia a partir de los 30 o 35 años, dependiendo de las características de cada individuo.
