Los restos de Marín llegaron hasta el Cementerio General, donde inició un homenaje público con discursos de los líderes comunistas
Santiago, (Notimex).- Decenas de miles de chilenos salieron hoy a las calles del centro de Santiago para despedir con flores, cantos y consignas a la emblemática líder comunista Gladys Marín, quien falleció el domingo víctima de cáncer en el cerebro.
El féretro de Marín fue trasladado desde la ex sede del Congreso, donde fue instalada la capilla ardiente, hasta el Cementerio General y durante su recorrido fue seguido por decenas de miles de simpatizantes.
El ataúd de la presidenta del Partido Comunista (PC), quien combatió desde la clandestinidad a la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), recorrió en una carroza las calles del centro hasta llegar al presidencial Palacio de La Moneda.
Los restos de la dirigente comunista fueron llevados hasta el acceso a La Moneda de la calle Morandé número 80, que era utilizado por el depuesto presidente socialista Salvador Allende y que permaneció clausurado desde el golpe del 11 de septiembre de 1973.
La carroza llegó hasta la entrada de Morandé 80, que fue reabierta por el mandatario Ricardo Lagos en el 30 aniversario del golpe militar, y en medio de vítores y cantos también hizo una parada ante la estatua de Allende en la Plaza de la Constitución.
El cortejo fúnebre fue acompañado por miles de simpatizantes que ondearon por todo lo alto banderas del Partido Comunista, de movimientos indígenas, homosexuales y otras agrupaciones, mientras los dolientes lanzaban claveles rojos al paso de la carroza.
La columna de simpatizantes se extendió por unas 20 cuadras y el féretro de Marín recibió aplausos y el homenaje de centenares de chilenos que salieron a los balcones de los edificios por donde pasó la carroza de la institución de beneficencia Hogar de Cristo.
El ministro del Trabajo, el socialista Ricardo Solari, y la intendenta de la Región Metropolitana, la democristiana Ximena Rincón, salieron a los balcones de sus oficinas para rendir un último homenaje a la líder comunista chilena.
Marín fue velada en el Salón de Honor de la ex sede del Congreso, donde opera la cancillería, y durante tres días desfilaron unas 100 mil personas para despedir los restos de la ex diputada y ex presidenta de las Juventudes Comunistas.
La capilla ardiente fue visitada hasta este martes por representantes de todas las corrientes políticas del país, que reconocieron la congruencia que tuvo Marín durante sus casi 40 años de vida política.
La gente común y corriente, por la que Marín entregó su vida, protagonizó las escenas más emotivas de los funerales al llegar hasta el ataúd y lanzar consignas, dejar un clavel rojo o sólo mirar el féretro de una de las protagonistas de la historia de Chile.
Los restos de Marín llegaron hasta el Cementerio General, donde inició un homenaje público con discursos de los líderes comunistas y los representantes internacionales que asistieron al sepelio y la familia tiene previsto incinerar su cuerpo en las próximas horas.
