Busan, Corea del Sur. Aunque la preocupación se centra también en el deterioro del multilateralismo como eje de la relación mercantil, el tema polémico en la reunión de los líderes de las 21 economías integradas al Consejo Económico de la Cuenca del Pacífico a celebrarse en esta ciudad será el de los subsidios agrícolas.
El capítulo ha sido ya introducido con letras rojas en la agenda por el Consejo Consultivo de Negocios del organismo multinacional (ABAC, por sus siglas en inglés), en el que participan tres empresarios distinguidos por cada una de las naciones convocantes.
Ubicar la fórmula mágica de equilibrio implica por un lado reconocer que siendo un tema de seguridad nacional, la alimentación reclama apoyo no sólo de los gobiernos, sino de organismos multilaterales, pero sin provocar distorsiones al comercio, ni generar desventajas para las naciones menos desarrolladas. Otra vez, pues, países pobres frente a ricos.
En sólo seis años, es decir, de 1995 a 2001 se subsidiaron a nivel global exportaciones agrícolas por un monto aproximado de 39 mil millones de dólares, 85 por ciento de los cuales los aportaron países integrantes de la Unión Europea.
La postura tradicional de México, al margen de priístas o panistas en el poder, plantea la eliminación de los subsidios directos a la exportación, bajo la fórmula aprobada en la llamada Ronda Uruguay del Acuerdo sobre Aranceles y Comercio, conocido por sus siglas en inglés como GATT, antecedente de la Organización Mundial de Comercio. Estamos hablando de un proceso gradual que permite la reducción progresiva en valor y cantidad hasta su total desaparición… respetándose las diferencias entre los países en desarrollo y los desarrollados.
La ruta crítica la establecería la OMC. De hecho, en la reunión del pleno del organismo multilateral celebrada en Cancún en septiembre de 2003, el entonces secretario de Economía, Luis Ernesto Derbez, planteó una propuesta que en el papel fue vista con simpatía por los convocados. Textualmente ésta señalaba el compromiso de eliminar las subvenciones a la exportación de productos “de particular interés para los países en desarrollo”, estableciéndose una lista global para desmantelar los apoyos en 10 años. En el caso de los productos restantes el compromiso sería reducir, con miras a su eliminación progresiva, las asignaciones presupuestarias y las cantidades destinadas a las subvenciones para exportación.
Y si bien la alternativa planteada por México reconoce efectos negativos y pérdidas de bienestar para los países que adopten la medida, “la propuesta es justificada y a la larga daría resultados benéficos si el proceso de eliminación es paulatino”.
Naturalmente, se prevé colocar candados para evitar que los subsidios pudieran sustituirse por otras políticas de protección.
Ahora que la pelea de nuestro país se centra además en pugnar por que los acuerdos se debatan al interior de la propia Organización Mundial de Comercio, no en el Organismo para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), dado su dominio por parte de países altamente desarrollados. De ahí, pues, la propuesta de la APEC Business Advisory Council para evitar que se pierda el atractivo del multilateralismo, ante las dificultades de poner de acuerdo a un gran número de países; la menor eficacia de sus mecanismos de solución de disputas; sus procesos vinculatorios laxos ante controversias comerciales, y su incapacidad para solucionar problemas de fondo como los propios subsidios agrícolas y la reciprocidad como regla de oro del comercio. El debate enfrentará, necesariamente, a países como Chile, Perú, Filipinas, Nueva Guinea, la Federación Rusa y Brunei con Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Singapur.
Ahora que la agenda de la reunión a que acude el presidente Vicente Fox se nutre además de temas como la generación de entornos seguros para el comercio y la inversión; el combate a la corrupción; el manejo ético de los corporativos, y el papel de la tecnología en la sociedad de la información o sociedad de la ubicuidad. En el primer caso la pelea se centra en ubicar a la seguridad más allá de los temas de violencia, narcotráfico o terrorismo, sin soslayar su relevancia.
Estamos hablando, por ejemplo, de seguridad jurídica, estado de derecho, propiedad intelectual, protección de inversiones, del medio ambiente y de los derechos básicos de las empresas y de los individuos.
Por lo pronto, el escenario de la cumbre de la APEC está cercado por 250 mil ‘globalifóbicos’ llegados de todo el continente asiático, cuyo griterío reclama equidad.
El dedo, pues, en la llaga.
Balance general
En el caso específico de los mecanismos de prevención y respuesta ante desastres, latente aún el horror del tsunami y los estragos de los huracanes Katrina y Wilma, la propuesta concreta del Consejo Consultivo de Negocios del APEC es generar una estrategia de cooperación internacional.
Más al detalle, se habla de la integración de acervos con las mejores prácticas internacionales en materia de prevención y forma de afrontar las catástrofes naturales; de la creación de fondos internacionales etiquetados para emergencias; del desarrollo de un sistema regional de alerta temprana ante desastres, y de promoción de estrategias de desarrollo regional equitativas ante la oportunidad que brinda la reconstrucción. La recomendación es que ésta no se enfoque sólo a recuperar el statu quo perdido.
Otro de los temas calientes en la reunión formal de los presidentes y jefes de Estado de los 21 países convocantes, es el de la migración, en la mira de convertirla en un fenómeno mutuamente beneficioso, lo que implica generar marcos regulatorios y acuerdos internacionales que apoyen procesos productivos, ordenados, justos y humanos.
La premisa que se plantea es que la migración favorece a ambas partes de la moneda; satisface la mano de obra de las economías desarrolladas, y ayuda a eliminar la presión social que generan la pobreza y el desempleo en las economías menos desarrolladas. Quien hace su debut en la reunión de la APEC como integrante del Consejo Consultivo de Negocios del organismo en su capítulo México, es el director de Negocios de Cementos Mexicanos, Francisco Gutiérrez, quien sustituyó en el encargo a Javier Prieto De la Fuente, que renunció tras su nombramiento como jefe de asesores del secretario de Gobernación, Carlos María Abascal.
Los otros dos integrantes del team son el presidente del Grupo Carso, Carlos Slim Domit, y el presidente del grupo Coraza, Julio A. Millán. Este último, por cierto, estará al lado del presidente Vicente Fox en el diálogo entre la instancia cuyas siglas en inglés la identifican como ABAC (Apec Busines Advisory Council) y los jefes de Estado y de gobierno reunidos en esta ciudad. El evento está programado para el viernes.
El punto de arranque de los debates de la Cumbre del APEC será la exigencia de cumplimiento de los objetivos de cooperación y liberalización del comercio e inversión planteados en la reunión realizada en Bogor, Indonesia, en 1994.
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