¿Dónde quedó la bolita?
Dos semanas después de aprobado el presupuesto de egresos para 2006, nadie sabe, nadie supo dónde quedó la minuta en que se da cuenta de los términos en que se ejercerán las partidas? tras quedar en el aire 26 mil millones de pesos otorgados al Seguro Social
Aunque está latente su amenaza de promover una Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación por la posibilidad de desfase entre ingresos y egresos, que en la práctica anularía su sueño de terminar el sexenio con un ligero superávit, el gobierno no tiene mayor interés en presionar el asunto. Que lo arreglen los diputados que se metieron en el pantano, a ver cómo le hacen, dice, socarrón, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, en todo los foros privados a los que se le invita.
La paradoja del caso es que para los legisladores la pifia no la provocaron ellos, sino la insensibilidad de la dependencia frente a la precariedad de recursos con que opera el organismo de seguridad social. De hecho, califican de criminal el exigirle integrar en 2006 una reserva de 35 mil 447 millones de pesos de sus ingresos de operación.
De hecho, su apuesta apunta a que al final del día el gobierno tomará la iniciativa para solucionar el embrollo, o si lo prefiere sacar el buey de la barranca, es decir aceptar una colosal fe de erratas para consignar una redistribución del presupuesto del sector salud en afán de reencajar los 26 mil millones adicionales para el organismo tripartita, ante el temor de un estallido social.
Su cálculo es simple: Si el gobierno dobló las manos ante el Sindicato de Trabajadores del Seguro Social para colocar un parche al contrato colectivo, que aplazara durante tres o cuatro años el estallido del descomunal faltante de reservas del régimen de jubilaciones y pensiones, ante el temor de movilizaciones de protesta en pleno año electoral, imagínese una ola de furia que integrara en una a sindicalistas y derechohabientes.
Por lo pronto, tras la campaña mediática para ubicarlo como el villano de la película, hete aquí que el líder del sindicato, Roberto Vega Galina, se colocó como héroe de la jornada al alertar a sus compañeros en la Cámara Baja en la madrugada de la larga sesión en que se aprobó el presupuesto de egresos, sobre el golpe contra el organismo.
Más aún, de él surgió la iniciativa de ampliar en 26 mil millones de pesos la posibilidad de gasto del Seguro Social, para al menos empatar sus recursos de operación con los que se están ejerciendo este año, en medio de protestas por la precariedad del servicio.
Como le hemos comentado en este espacio, el Consejo Técnico del organismo había aprobado un techo de gasto de 243 mil 828 millones de pesos, con una meta de acumulación de reservas de mil 434 millones.
Modificada a la baja la posibilidad de ejercicio de los recursos por la Secretaría de Hacienda, al exigirse crear reservas por 35 mil 447 millones de pesos, el remanente resultaba de sólo 204 mil 820 millones, que los diputados aumentaron a 235 mil 820? frente a los 222 mil 625 que se ejercerán este año.
La diferencia, pues, es de sólo 13 mil 145 millones, es decir 5.92 por ciento adicional, frente a un estimado de inflación de 3.5 por ciento, cuyo remanente lo anula el crecimiento de dos por ciento en el número de derechohabientes.
Ahora que de quedarse el presupuesto tal y como lo había planteado la Secretaría de Hacienda, el golpe implicaría reducir 53 por ciento el gasto de operación neta de nómina, mermándose en pesos el equivalente al total ejercido en 2005 para medicamentos, cirugías e inversión física.
El cálculo del Consejo Técnico habla de paralizar el programa de construcción, que incluye 136 obras, entre ellas 17 hospitales, 40 unidades de atención médica ambulatoria y 30 de medicina familiar.
¿Le gusta medio millón de trabajadores del Instituto y derechohabientes protestando en las calles bajo la bandera de la violación a lo estipulado en la fracción XXIX del artículo 123 de la Constitución y lo previsto en materia de calidad del servicio por la Ley del Seguro Social?
La mecha, pues, está encendida, mientras se encuentra dónde quedó la bolita.
Balance general
Ausente el precandidato perredista Andrés Manuel López Obrador de los últimos tres foros a que han convocado los empresarios, la cargada de éstos se ha dividido entre los otros dos aspirantes a la Presidencia de la República con mayores posibilidades: el priísta Roberto Madrazo y el panista Felipe Calderón.
Aunque a juicio de los participantes en la Convención Nacional del Mercado de Valores y en la Reunión Nacional de Industriales convocada por la Concamín, el primero planteó la propuesta más sólida, el segundo se llevó una ovación en su comparescencia, en este caso solito, en la ya tradicional pasarela del Club de Industriales.
La paradoja del caso es que a Calderón se le negó una y otra vez el foro hace seis meses, cuando la simpatía de los patrones se apuntaban hacia el descalificado ex secretario de Gobernación, Santiago Creel.
El presidente del Club de Industriales, José Carral Escalante, es tío del ex funcionario.
La noticia, empero, es que finalmente el aspirante perredista se decidió a confrontarse con los empresarios, acudiendo la semana próxima primero al propio Club de Industriales, y segundo a la Cámara Americana de Comercio.
Colocadas una y otra señales de que finalmente Cintra aceptará la oferta del presidente del Grupo Posadas, Gastón Azcárraga Andrade, por el paquete que incluye a Mexicana de Aviación y a Click ?la línea aérea de bajo costo de reciente creación?, la gran incógnita es cuál será el precio de salida.
De no empatar éste con el de mercado de la primera de las aerolíneas, el escándalo será de antología, considerando, al margen de su nula experiencia en el ramo, la participación del empresario hotelero en el grupo ?Amigos de Fox?.
¿Se acuerda usted que durante toda su campaña como candidato el presidente Vicente Fox vivió gratis en una suite del principal hotel de la cadena, ubicado frente a la glorieta de Colón?
Por lo pronto, en sus escasos meses de presencia en el mercado, Click ha logrado ya posicionarse de un 8 por ciento de éste, lo que necesariamente permitió revalorar su capital. Y por lo pronto, además, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) está amenazando con movilizaciones si se vende sólo uno de los paquetes en que se dividió a Cintra, dado que a su juicio el siguiente paso sería promover la quiebra de Aeroméxico para favorecer a las líneas aéreas de bajo costo en proceso de operación, es decir Interjet y A Volar.
¿Se acuerda usted del pleito entre los consuegros Carlos Slim Helú y José Serrano Segovia, cuando éste, propietario entonces de Transportación Ferroviaria Mexicana, planteó una denuncia ante la Comisión Federal de Competencia por la eventual integración del troncal del sureste de los Ferrocarriles Nacionales de México, propiedad de Carlos Slim Helú, a Ferromex del Grupo México de Germán Larrea?
¿Se acuerda de los alegatos que hablaban de un monopolio en el transporte ferroviario de mercancías? Bien, pues hete aquí que a la callada la operación, tres años después, se cerró en el sigilo, aparentemente tras un acuerdo con la firma estadounidense Kansas City Southern, la nueva propietaria de Transportación Ferroviaria Mexicana.
La suma pagada por Ferromex fue de 3 mil 260 millones de pesos.
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