Se vende Pantaco
De no atravesarse el diablo, la semana próxima el gobierno federal podría alcanzar el título de el vendedor más grande del mundo, al concretar el más singular de sus remates de temporada: el cementerio Valle de la Paz?envuelto para regalo de Navidad
Enclavado en un colosal terreno de un millón 70 mil metros cuadrados en la zona del Desierto de los Leones, concretamente al margen izquierdo de la carretera La Venta-Chimalpa, el fraccionamiento de descanso eterno fue cedido por un particular hace tres años a la Tesorería de la Federación como dación en pago de un adeudo fiscal.
Lo curioso del caso es que la puja la realizan no sólo industriales fúnebres ?ni modo de decirles sepultureros o carroñeros?, sino empresas inmobiliarias, con la mira, en este caso, de ubicar un gran desarrollo comercial? a la vera de la colosal bodega de Wal-Mart para el Valle de México.
De tener éxito la subasta orquestada por el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes, alguna vez Fideicomiso Liquidador de Instituciones Financieras y Organismos Auxiliares del Gobierno Federal, se pondría en el escaparate otro cementerio? éste de sueños.
Estamos hablando de las bodegas que mantenían los Almacenes Nacionales de Depósito, la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), los ex Ferrocarriles Nacionales de México y el Sistema de Correos a la vera de la estación de la ruta ferroviaria México-Querétaro más próxima a la ciudad de México.
¿Se acuerda usted que en el sexenio salinista se habló de integrar una zona maquiladora del Valle de México? ¿Se acuerda de los proyectos para darle mayor valor agregado a las mercancías en tránsito a la metrópoli? ¿De las promesas de darle trabajo a por lo menos 30 mil mujeres?
El hecho es que por la dimensión de las bodegas y los terrenos en venta, por más que la mitad de ellos se conservarán como reserva federal, digo por si alguna vez regresa el gobierno promotor, en este caso la subasta se abrirá al capital extranjero.
Por lo pronto, el primer paso para limpiar los terrenos será colocar en remate, en calidad de chatarra, los vagones, los contenedores, las máquinas que alguna vez fueron de los Ferrocarriles Nacionales de México.
Ahora que el bazar de saldos del gobierno federal, al que se le agregaron hace tres años los bienes incautados por la Procuraduría General de la República a las bandas de narcotraficantes, trabaja a todo lo que da.
En noviembre pasado, para no ir tan lejos, sus ventas alcanzaron un ingreso en caja de 170 millones de pesos, involucrándose 400 inmuebles, además de 15 millones adicionales en subasta electrónica de retacería. De hecho, está por concretarse también la colocación de uno de los paquetes más difícil de salir: las bodegas rurales de la extinta Conasupo, integradas a la filial de la paraestatal conocida como Buroconsa.
La lista es inmensa: Ahí está aún el esqueleto de ladrillos donde se editaba El Nacional, es decir el otro diario oficial, éste de circulación simbólica; la cartera vencida del desaparecido Banco Nacional de Comercio Interior; la del ex Banco Nacional de Crédito Rural, rematadas sus sucursales y equipos.
Y si le seguimos, lo mismo entran a los remates las residencias rococó de los principales capos de la droga en el país, que los autos deportivos chocolate incautados por la Secretaría de Hacienda, o los aviones que mantenía en su supuesta época dorada el Banco Nacional de Obras y Servicios
Públicos.
En el largo recuento lo mismo están los ingenios expropiados por el gobierno federal o incautados por la desaparecida Financiera Nacional Azucarera, que las reservas territoriales que mantenían los Ferrocarriles Nacionales de México y sus talleres de mantenimiento de locomotoras, pasando por un paquete gigante de Obligaciones Bursátiles de Teléfonos de México guardado por años en las oficinas del Conalep.
La fórmula mágica de la singular dependencia pública encabezada por un funcionario ejemplar, Luis Miguel Álvarez Alonso, fue romper con la ortodoxia, es decir soslayar la espesa normatividad que obligaba a enajenar los activos públicos sobre un piso impuesto por la Comisión de Avalúos de Bienes Nacionales (Cabin).
La línea, pues, la dictan las leyes del mercado.
Por lo pronto, aprovechando la fiebre de compras navideñas, el SAE está colocando en la mesa de remates 30 gasolinerías incautadas por Petróleos Mexicanos a los concesionarios; el ingenio San Pedro, alguna vez propiedad del Grupo Azucarero México; el edificio que sirvió de sede original al Banco Nacional de Servicios Financieros; media docena de laboratorios para evaluar la calidad de las gasolinas, y tres empresas sociales ubicadas en el Estado de Hidalgo.
¡Pásele patrón: Todo para los vivos y los muertos!
Balance general
Aunque oficialmente Ford Motors de México señala no ?tener noticias de su matriz en Detroit? frente a las versiones de los diarios de Estados Unidos que hablan del cierre de su planta en Cuatitlán, resulta curioso que la especie surja a unos cuantos días de que el presidente Vicente Fox hablara de una inversión extraordinaria de la armadora en nuestro país, cuyo monto ubicó en mil 500 millones de dólares.
¿No habrá querido decir desinversión?
Lo cierto es que de las graves dificultades que enfrenta la firma habla el que se haya colocado en revisión, con miras a una eventual degradación, la calidad de deuda de su brazo financiero, Ford Motor Credit.
El alerta lo colocó la tercera calificadora del vecino país, Moody?s Investors Service.
La calificación actual es de Aa2, es decir ?aceptable? calidad de pago? con restricciones.
A la callada, finalmente, los coordinadores de las fracciones priísta y panista en la Cámara de Diputados enmendaron a medias el embrollo en que se metió el pleno al aprobar hace tres semanas el presupuesto de gasto para el 2006 sin cuadrar la partida destinada al Instituto Mexicano del Seguro Social.
El desfase, como recordará usted, era de 26 mil millones de pesos no contemplados en el presupuesto de ingresos.
Digamos que a los legisladores se les hizo fácil relajar el monto de reservas a constituirse por el organismo, de 35 mil a 9 mil millones de pesos, sin considerar que los recursos estaban previamente
etiquetados.
El caso es que en afán de evitar la asfixia de la entidad tripartita, se canceló la posibilidad de crear el Instituto Nacional de Seguridad Social, lo que implicó una migajita adicional de gasto.
Pese a la competencia de Ideal, la firma constructora de Carlos Slim Helú, el grupo ICA de Bernardo Quintana acaba de amarrar tres contratos de obra civil por un global de 650 millones de pesos.
Estamos hablando de la colocación de terracerías y pavimentos de concreto asfáltico para la terminal II del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; de la reconstrucción del hotel Palace Posada Cancún, tras los estragos del huracán Wilma, y de la construcción de los edificios B y B1 del Centro Regional Expositor y de Negocios de Irapuato, Guanajuato.
Colocadas las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles), como la nueva gran alternativa crediticia para el país, el Banco Nacional de Comercio Exterior le otorgó a un de ellas, Monex, una línea para préstamos a redescuento por un global de 3.5 millones de dólares.
Los recursos se etiquetaron en estricto para capital de trabajo de empresas exportadoras.
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