Hace unos días, como le dimos a conocer en este espacio, la guillotina cayó sobre la compañía alemana Siemens, como la gala una de las más activas participantes en la construcción de infraestructura eléctrica.
El común denominador en ambos casos habla de delitos graves, es decir no estamos hablando de simples simulaciones para ganar contratos. Si Siemens se metió, ¡válgame Dios!, en una falsificación de documentos oficiales para ganar un contrato para dar mantenimiento a equipos médicos del Hospital Juárez, concretamente un supuesto certificado de no adeudo fiscal expedido por el Sistema de Administración Tributaria de la Secretaría de Hacienda, Areva está implicada en un soborno.
La empresa, a la que se aplicó adicionalmente una multa de 352 mil 470 pesos, le depositó en un paraíso fiscal 653 mil dólares a dos funcionarios de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para obtener dos contratos, uno por 36 millones 975 mil 400 pesos, y otro por dos millones 433 mil 200 dólares. Los recursos se colocaron en cuentas a nombre de Alfonso Caso y Abelardo García Rojas, entonces director general y subdirector de Abastecimiento y Transportes de la empresa pública. Naturalmente, los contratos llegaron por acto de magia.
¿Se acuerda usted que el 30 de abril de 2002 fue cesado violentamente de su cargo el primero de ellos, sin más explicación al calce que un escueto comunicado con el clásico ?por así convenir???
Lo inaudito del asunto es que Caso haya llegado al primer equipo del Gobierno foxista pese a su filiación priísta, y pese a las versiones que lo ubicaban como presunto receptor de un soborno de otra firma francesa, en este caso para adjudicarle un contrato para la construcción de vagones del Metro, en la época en que fue director general del Sistema de Transporte Colectivo, bajo la protección del prófugo ex regente Oscar Espinosa Villarreal.
Peor aún, el ex director de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro fue el único ex funcionario zedillista de alto nivel ratificado en el cargo, al que había llegado en 1998.
De hecho, las licitaciones de la discordia, sobornos al calce, se realizaron en 1999. Digamos que el gobierno se tardó tres años en descubrir dichos depósitos.
Ahora que las sanciones contra las poderosas multinacionales no llegaron en automático. En el camino tanto la embajada alemana como la francesa presionaron una y otra vez para avalar la rectitud de las firmas.
Más aún, hete aquí que notificada en julio de 2004 Areva-Alstom de la imposición de una multa de 341 mil 100 pesos y su inhabilitación por dos años, recurrió a un amparo para protegerse, bajo el alegato de que el asunto era extemporáneo, o si lo prefiere se había extinguido la posibilidad de iniciar un procedimiento administrativo. Lo inaudito del caso es que el juez de la causa le dio la razón? obligando a la Secretaría de la Función Pública a reponer el procedimiento, lo que derivó en la ratificación de la sanción, con un incremento de 11 mil 370 pesos en la multa.
Ahora que Areva-Alstom, de acuerdo a lo previsto por la ley, puede imponer aún un recurso de revisión o solicitar la nulidad del castigo ante el Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa. Por lo demás, dado que la bronca es contra la matriz, la firma puede seguir participando en concursos vía sus cinco filiales en México.
Hágame usted favor.
Ahora que para Caso empezó el infierno, al consignarse el expediente ante el Ministerio Público Federal. Travesuras de las multinacionales.
Balance general
Finalmente fracasó el último intento de Televisión Azteca por modificar dos de los artículos de la Ley del Mercado de Valores aprobada por la Cámara de Diputados en el tránsito de la ratificación de la minuta por el Senado de la República.
Como usted sabe, aprobado originalmente el ordenamiento por la Cámara Alta, los diputados le hicieron algunas modificaciones de fondo y forma que obligaban a su ratificación. De haber prosperado la intentona de la firma de Ricardo Salinas Pliego, se habría tenido que rebotar una vez más el documento a la Cámara de Diputados, en juego de ping pong.
Los puntos en que insistía el cabildeo de la televisora son la inclusión de un miembro no independiente, por más que no sería directivo ni funcionario, en el Comité de Auditoría de las emisoras. Más allá, se pugnaba por que se borrara de la ley la obligación del director general de una firma inscrita en el piso de remates de hacer públicas posibles discrepancias entre el propio Comité de Auditoría y el Consejo de Administración.
Quien será finalmente el coordinador de los Amigos de Felipe Calderón, es decir quien pase la charola a los empresarios que simpaticen con el aspirante panista a la Presidencia de la República, es Manuel Arango. Ex socio de la cadena de tiendas Aurrerá y presidente de media docena de empresas medianas, el empresario está reputado como el campeón de la filantropía en México.
El puesto lo peleaba hasta hace unos días el director de Pemex Refinación, Juan Bueno Torio, en afán de colocarse en el equipo grande del abanderado blanquiazul, dada su aspiración de llegar al gabinete.
Su premio de consolación será una candidatura al Senado de la República por Veracruz, es decir fuero contra los expedientes abiertos en su contra por la Secretaría de Hacienda. Hablando de candidatos, quien estuvo el miércoles en la ya tradicional pasarela del Club de Industriales es el aspirante perredista a jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.
El ex secretario de Desarrollo Social esbozó lo que será su programa económico, que incluye la revitalización de las zonas industriales de Vallejo y Azcapotzalco, para hacerlas parques industriales.
Ebrard respondió más de 50 preguntas. A finales del mes se anunciará el nombre del vencedor de la pelea por la división de papeles para escritura, impresión y cigarros de Kimberly Clark, cuya punta de lanza es la marca Scribe.
La decisión de la firma es concentrarse exclusivamente en productos al consumidor, es decir papeles deshechables, de baño, pañales y toallas femeninas. El proceso de venta lo coordinó el grupo financiero Citibank-Banamex que encabeza Manuel Medina Mora.
Pese a su campaña mediática para defenderse de las graves acusaciones de malversación de fondos que le lanza su suegro, el empresario Alfonso Romo Garza ha sido excluído del grupo de los diez de Monterrey, es decir el club de los presidentes de los corporativos más prometedores de la zona.
A propósito: ¿qué pasó con el partido político a que convocó el ex magnate de la agrobiotecnología? ¿Qué pasó con su eventual lanzamiento como candidato a la Presidencia de la República?
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