Agencias
MÉXICO, DF.- Menores presiones de inflación, tasas con resistencia a la baja, una bolsa con rendimientos menos espectaculares, un crecimiento todavía favorable y un cierre en medio de un mayor grado de incertidumbre son los pronósticos de los analistas financieros para 2005.
Para el grupo financiero Scotiabank Inverlat, el año que inicia será bueno en términos de crecimiento económico, aunque también prevé ajustes en el tipo de cambio y en las tasas de interés.
Entre los riesgos más relevantes que rodean el escenario macroeconómico destaca la posibilidad de un descenso significativo en el ritmo de crecimiento económico en Estados Unidos, aunado a un aumento en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) más fuerte a lo previsto.
La institución financiera espera complicaciones adicionales en el entorno político nacional en un año de intensa actividad por la definición de las candidaturas para la presidencia de la República en 2006.
Considera que también es probable que la inflación siga siendo un problema para el Banco de México (Banxico), toda vez que el hecho de que la economía crezca luego de tres años de estancamiento implica una mayor dificultad para controlar el aumento de los precios.
Por su parte, Invex Grupo Financiero prevé en general un año bueno en términos de crecimiento, con una actividad económica superior a tres por ciento, producto de la tendencia de crecimiento en el exterior que se debilitará poco a poco, así como de la persistencia de elevados niveles de consumo doméstico y del gasto público.
Sin embargo, pronostica para el segundo semestre una pérdida de dinamismo asociada con el ajuste de crecimiento que tendría lugar en Estados Unidos y a la vez, por la elevación de los niveles de incertidumbre ante el ambiente político previo a las elecciones de 2006. "A pesar de ello, consideramos que en general el ritmo de crecimiento el próximo año será satisfactorio", subraya.
Para Monex Grupo Financiero, contrario al desempeño que tuvo México en 2003, el año pasado la economía mexicana tendrá un crecimiento de cuatro por ciento, apoyado por la reactivación de la demanda interna como de la externa.
Apunta que por segundo año consecutivo, en 2005 la economía mexicana mantendrá un ritmo de expansión robusto, donde el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá a un ritmo anual de 3.7 por ciento, sustentado en las exportaciones, el consumo privado y la inversión.
"Anticipamos que en 2005 continuará el crecimiento económico, pero a un ritmo ligeramente menor que en 2004, aunque las presiones inflacionarias también serán menores", destaca.
La inflación, prevé la institución, rondará el límite máximo proyectado por el Banco de México (de cuatro por ciento), debido a un comportamiento favorable de los precios de los productos agrícolas y de los bienes y servicios proveídos por el Gobierno.
Monex considera que las cuentas externas serán manejables, sin representar un factor de presión o riesgo de volatilidad cambiaria, a menos que los precios del petróleo se ubicaran por debajo de los 23 dólares por barril.
No obstante, advierte que por las expectativas de la demanda internacional, la mezcla mexicana podría ubicarse alrededor de 28 dólares por barril.
En diciembre pasado, Grupo Financiero BBVA Bancomer revisó su pronostico de crecimiento de la economía mexicana en 2004 y 2005 a 4.1 y 3.8 por ciento, respectivamente.
Puntualizó que el cambio en la perspectiva de la economía coincide con un periodo de elevada volatilidad en lo político, lo que consideró una señal positiva que muestra que las perspectivas de la actividad económica reciben poca influencia de condiciones coyunturales.
Y en 2004
Para el sector privado, 2004 fue un buen año para la economía mexicana, con un crecimiento que superará un cuatro por ciento, cifra similar a la esperada para 2005, pese a la falta de reformas estructurales.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que aun cuando comienzan a escucharse descalificaciones al comportamiento de la economía en 2004, los resultados indican una clara tendencia a la recuperación, pero sobre todo que el año no fue tan malo como se comenta.
En su análisis económico ejecutivo semanal, consideró que mientras a principios de 2004 el mercado estimaba un crecimiento económico cercano a 3.5 por ciento para todo el año, el desempeño de la actividad productiva propició mejoría en la previsión, de tal forma que al finalizar el año la expectativa superó un cuatro por ciento.
Otros indicadores corroboran la mejor situación de la economía, haciendo evidente la fortaleza de sus fundamentales. La inflación, a pesar de las presiones que sufrió los últimos meses del año, mantiene sus niveles históricos más bajos, lo que sin duda ha contribuido a que las tasas de interés continúen en niveles de un dígito.
Un aspecto que resalta el organismo es el resultado del mercado bursátil, que en 2004 tuvo una ganancia de 47 por ciento y logró superar la barrera de los 13 mil puntos en los últimos días del año.
Evidentemente, este comportamiento es indicio de que la confianza y las perspectivas de México se mantienen elevadas, asegura el CEESP.
De igual forma, advirtió que no obstante algunas diferencias políticas, el riesgo país se ha mantenido en rangos históricamente bajos, y aunque no hay información para el cierre de todos los indicadores macroeconómicos para 2004, su tendencia reciente hace posible anticipar su comportamiento final. Aunque en materia de empleo persisten rezagos, hubo resultados positivos en el mercado formal, señal de que el aparato productivo relacionado con el sector exportador ha funcionado favorablemente.
Las operaciones con el sector externo siguieron en ascenso, no sólo como respuesta del elevado precio del petróleo, sino como resultado también de un aumento de la demanda externa, lo que se reflejó en un impulso importante para el sector manufacturero.
Advirtió también que, gracias en parte a la reciente baja en los precios del petróleo, la economía de Estados Unidos observó un repunte en la confianza de los consumidores, mayor al esperado por los mercados, importante para estimular el consumo que hasta ahora ha sido uno de los principales impulsores del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Sigue...
El mejor panorama que se vislumbra en el mercado laboral será otro apoyo para que la actividad económica del vecino norteamericano continúe afianzando su recuperación.
Asimismo, impulsado por el dinamismo en Estados Unidos, China, Japón y la Unión Europea, son favorables las perspectivas para la economía mundial, a pesar del pesimismo de algunos analistas internacionales.
En tanto, en Latinoamérica el caso de la economía chilena sigue llamando la atención, con un repunte superior a cinco por ciento, a lo que se suma el buen desempeño de Brasil y la tarea pendiente para algunas economías de esta región es, al igual que en México, flexibilizar mercados.
