EFE
GUATEMALA, GUATEMALA.- Alrededor de 160 cadáveres de víctimas de la represión militar que vivió Guatemala entre 1960 y 1996 han sido hallados enterrados en fosas comunes dentro de antiguas instalaciones del Ejército.
La Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG, no gubernamental) informó ayer por medio de un comunicado que durante los primeros cuatro meses de este año han realizado exhumaciones en 53 campamentos utilizados por las Fuerzas Armadas durante la guerra interna, y en las cuales han hallado 160 cadáveres.
Las antiguas instalaciones militares en donde se han realizado las excavaciones corresponden a los departamentos de Quiché (noreste), Chimaltenango (este) y Alta Verapaz (norte), mayoritariamente habitados por indígenas, y de los más golpeados durante la represión gubernamental.
El director de la FAFG, José Soasnávar, dijo que las exhumaciones las ha realizado a solicitud de organizaciones locales de derechos humanos y de víctimas y sobrevivientes de la guerra, que han tenido que librar largas batallas judiciales para que se les permitan estos peritajes en las antiguas sedes castrenses.
En los próximos días continuarán los trabajos de exhumación en comunidades de los departamentos de Baja Verapaz y Quiché, en donde, según testimonios de sobrevivientes, pueden estar enterrados de forma clandestina cerca de un centenar de cadáveres.
Según el informe presentado en febrero de 1998 por la Comisión de la Verdad, que investigó las violaciones a los derechos humanos cometidas durante los 36 años de guerra que vivió este país centroamericano, 200 mil personas fueron asesinadas y más de 50 mil desaparecidas.
El 96 por ciento de estos hechos fue cometido por el Ejército y los grupos guerrilleros.
El Departamento de Información y Divulgación del Ejército se abstuvo de hacer comentarios acerca de este descubrimiento.
Del total de cadáveres encontrados en las antiguas instalaciones militares, precisó Soasnávar, sólo el 52 por ciento ha sido identificado.