Berlín, (EFE).- Un grupo de arqueólogos ha descubierto en una mina de carbón en Inden (Renania del Norte-Westfalia, oeste de Alemania) un antiguo cementerio con tumbas romanas y francas de un periodo que va de los siglos III al VII.
La Oficina de Conservación Arqueológica de Titz informó de que en algunas de las tumbas hay valiosos objetos funerarios, como broches de plata con piedras preciosas, cadenas y recipientes de barro o de cristal.
Unas 750 tumbas son de los francos y sólo 50 de los romanos, suponen los arqueólogos, una mezcla que hasta ahora no se había constatado en Alemania, señaló el director de los trabajos de excavación, Bernd Paeffgen.
Ese arqueólogo señaló que la combinación de tumbas romanas y francas podría explicarse por la circunstancia de que el cambio de poder en esa zona del Rin se produjo de manera más pacífica de lo que se pensaba hasta ahora.
"Cuando un pueblo no tiene nada que ver con el otro, no se entierran juntos", señaló.
Sin embargo, eso no impidió a los francos saquear los ataúdes romanos al colocar las tumbas para los suyos.
La citada oficina presentará al público el hallazgo el próximo día 2 de julio, Día de la Arqueología.