NOTIMEX
SANTIAGO DE CHILE.- El Ejército de Chile enfrenta la peor tragedia de su historia tras la desaparición de una compañía completa en medio de una tormenta de nieve, en un incidente que mantiene a 28 uniformados perdidos y le generó un juicio público.
Los familiares de las víctimas, la mayoría conscriptos que cumplen su servicio militar desde hace apenas unas cinco semanas, reaccionaron con indignación por el operativo al que fueron enviados sus seres queridos sin la preparación ni el equipo necesarios.
La tragedia, la peor del Ejército chileno en tiempos de paz, ha dejado hasta el momento 13 fallecidos y 28 desaparecidos en una zona nevada de difícil acceso ubicada a unos 530 kilómetros al sur de la capital chilena.
La tensión de los familiares que esperan noticias de sus seres queridos en las instalaciones del Regimiento Reforzado de Montaña número 17 de Los Ángeles explotó ayer, en un incidente que dejó roto el ventanal del comedor de suboficiales de la unidad.
El incidente estuvo acompañado de gritos e insultos contra el general Rodolfo González, comandante en jefe de la Tercera División del Ejército, con sede en Concepción, así como el notorio nerviosismo de los jefes castrenses.
El general González, quien recibió insultos de “mentiroso” y “asesino” por parte de algunas mujeres alteradas, se disponía a ofrecer una rueda de prensa para anunciar el despliegue de nuevas fuerzas y vehículos en busca de los desaparecidos.
Visiblemente conmocionado, el oficial declaró que “la verdad es que (los familiares) no han sido maltratados por el Ejército. La información, se los he dicho muchas veces, no la hemos tenido, por problemas atmosféricos, por falta de comunicaciones”.
“Aquí nadie quiere tratar mal a nadie, por favor. Nosotros somos los primeros dolidos de este tema y queremos salir de esto lo antes posible, con los familiares. Por favor, esto nos duele tanto a nosotros como a ellos”, dijo González.
Especialistas civiles en alta montaña expresaron aquí diversas críticas a la institución castrense y a los mandos directos de las unidades extraviadas bajo el “viento blanco”, uno de los peores enemigos de los montañistas al impedir la visibilidad en la nieve.
Los montañistas señalaron que los militares salieron al terreno nevado con un equipo inadecuado para la adversidad climática, así como con equipos de comunicación deficientes.