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NUEVA YORK, EU.- Los habitantes de Nueva York enfrentaban ayer una segunda jornada sin transporte público, a pesar de las bajas temperaturas y la multa de un millón de dólares por día que enfrentan los sindicatos responsables del servicio.
Miles de personas se lanzaron ayer por la mañana a las calles caminando, en bicicletas y patines a pesar de las nevadas, al tiempo que otros se veían obligados a compartir sus vehículos para circular de manera obligatoria con al menos cuatro ocupantes.
Una gran concentración se personas, que iba en aumento a cada minuto, podía verse en las estaciones de Pennsylvania y la terminal Grand Central, donde miles hacían fila para utilizar el escaso transporte disponible.
Escenas similares se observaban en las estaciones de Long Island y North, unas de las pocas que continuaban brindando servicios a los neoyorquinos que no corrían con suerte para alcanzar taxis, compartirlos o pagar las altas cuotas de los mismos.
A pesar de los inconvenientes, Nueva York funcionaba ayer en el segundo día de huelga de transporte público, y sin ningún indicio de una solución entre el Sindicato de Trabajadores del Trasporte y la Autoridad Metropolitana del Transporte.
Además de los habitantes de Nueva York, las tiendas y comercios en general también resentían otra jornada de paro, a sólo cuatro días de Navidad, cuando de manera acostumbrada las ventas crecen alrededor de 20 por ciento.
Más de 400 estaciones del Metro permanecen sin funcionar en esta ciudad, donde el pasado martes estalló la huelga de los trabajadores del transporte que exigen un incremento en sus pagos, así como en sus servicios médicos.
Esta huelga de 33 mil 700 trabajadores, considerada ilegal según las leyes de Nueva York, es la primera que afecta a Nueva York en 25 años luego de aquella que se produjo en 1980 y que se extendió por 11 días generando pérdidas estimadas en mil millones de dólares.
