El ex militar está acusado de genocidio, terrorismo y torturas presuntamente cometidos durante la dictadura militar de su país.
Madrid, (EFE).- La primera jornada del juicio que se sigue en Madrid contra el ex militar argentino Adolfo Scilingo, acusado de delitos de genocidio, terrorismo y torturas presuntamente cometidos durante la dictadura militar de su país (1076-1983), terminó hoy sin que el acusado respondiese a ninguna pregunta.
Scilingo, para quien las acusaciones populares y particulares piden seis mil 626 años de cárcel, tuvo que ser atendido por los médicos en varias ocasiones.
El ex militar se encuentra en huelga de hambre para protestar por la celebración de este juicio desde el pasado 9 de diciembre y el miércoles tuvo que ser ingresado en un hospital tras desmayarse.
Ayer fue examinado por los técnicos forenses de la Audiencia Nacional, quienes consideraron que estaba en "condiciones de comparecer en el juicio", por lo que se confirmó su celebración.
El comienzo se retraso porque Scilingo tuvo que ser atendido de nuevo por los forenses a primeras horas de hoy, tras manifestar que se sentía mareado, informaron fuentes jurídicas.
Al inicio de la vista, el secretario de la Sala leyó el informe elaborado por los dos forenses que examinaron a Scilingo en los calabozos de la Audiencia Nacional antes de comparecer ante el tribunal.
Los forenses señalaron en su informe que Scilingo sufrió un mareo y que le dolía la cabeza a causa de la huelga de hambre, pero que podía prestar declaración.
Sin embargo, el juicio fue suspendido al poco tiempo de comenzar, después de que el acusado no reaccionara a las preguntas que le hacía el magistrado, para que volviera a ser examinado por los forenses.
La sesión se reanudó poco después de que los médicos examinasen al acusado por segunda vez en el día y determinaran que podía declarar y que "la actitud que tiene es voluntaria y es consciente de lo que hace".
Durante la vista, Scilingo, de 58 años, -que estuvo en todo momento tapado con una manta- no respondió a las preguntas que le hacía el presidente del tribunal, Fernando García Nicolás, sobre si sabía por qué estaba siendo juzgado.
Este juicio, al que asisten numerosos periodistas de varios países, es el primero que se celebra en España por crímenes contra la humanidad supuestamente cometidos en Argentina.
Su celebración ha sido posible después de que el pasado mes de noviembre el Tribunal Supremo español confirmara la competencia de la Audiencia Nacional para juzgar a Scilingo al considerar que no consta que se encuentre encausado por esos mismos hechos en Argentina y existir víctimas españolas.
El fiscal, aunque no ha presentado acusación, ya ha anunciado a la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que modificará su postura en la fase de informes finales.
En el escrito de conclusiones provisionales presentado por las acusaciones populares y particulares, se afirma que Scilingo, que era teniente de navío de la Armada Argentina en la fecha del golpe militar, tuvo una "activa intervención" en la supervisión y puesta a punto de las "picanas" con las que se torturaba a los detenidos con descargas de corriente eléctrica.
También se relata en el escrito que el procesado recibió la orden de participar en dos de los llamados "vuelos de la muerte", en los que supuestamente eran arrojados al mar prisioneros.
Scilingo, actualmente preso en la cárcel madrileña de Alcalá-Meco, llegó voluntariamente a España el 6 de octubre de 1997 para confesar su participación en estos "vuelos de la muerte" en una comparecencia realizada al día siguiente ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Durante la jornada de hoy se pudieron escuchar, leídas por el secretario del tribunal, estas declaraciones, en las que Scilingo reconocía su participación en los "vuelos de la muerte" y decía que estaba "arrepentido".
Sin embargo, tales afirmaciones fueron después negadas por Scilingo en la declaración indagatoria prestada ante Garzón, el 4 de noviembre de 1999, tras conocer su procesamiento por crímenes contra la humanidad.
La vista está prevista que continúe el próximo lunes, día en el que se podrán oír las grabaciones de las declaraciones prestadas por Scilingo ante Garzón en octubre de 1997, noviembre de 1997 y enero de 1998.
