Totalmente opuesto a Prust, quien utiliza mucho las oraciones complementarias, sería Joyce en el siguiente párrafo que cito de su novela Stephen el Héroe; antecedente del Retrato del Artista Adolescente.
?Así que después de todo su trabajo, de pensar su ensayo y componer los párrafos, ese viejo imbécil lo iba a prohibir. Su indignación se asentó en un estado de ánimo de desprecio político al cruzar el césped. El reloj del vestíbulo del college señalaban las tres y media cuando Stephen se dirigió al chocante portero. Tuvo que hablar dos veces, la segunda vez con una pronunciación clara y separada, pues el portero era bastante estúpido y sordo?.
En el párrafo anterior no existe ningún punto y coma. Las oraciones son bastante simples; dos contienen proposiciones complementarias, la primera y la última; las de en medio no.
Otra muestra de estilo sería William Faulkner. Cito un párrafo de Santuario:
?Temple giró de nuevo y, sin detenerse y todavía mirando al anciano, siguió corriendo hasta salirse del porche y caer de rodillas sobre un montón de cenizas, latas de conservas y huesos blanqueados; desde ahí vio que Popeye la estaba mirando desde la esquina de la casa, las manos en los bolsillos y una voluta de humo saliendo del cigarrillo que pendía de sus labios. Sin llegar a detenerse, Temple subió otra vez al porche y entró a la cocina, donde una mujer sentada junto a la mesa, con un cigarrillo en la mano, tenía la mirada fija en la puerta?.
Aquí las oraciones son larguísimas, llenas de proposiciones complementarias. En siete renglones son tres oraciones y las dos primeras están unidas por un punto y coma.
Un párrafo de Elena Garro. La Casa Junto al Río.
?La cocina pequeña se convirtió en un campo de batalla de pensamientos encontrados. El calor de la estufa era insuficiente para ahuyentar a las sombras heladas que entraron por la puerta que comunicaba con el pasillo estrecho. Era necesario descubrir el motivo del regreso de Consuelo?.
Son tres oraciones largas sin comas en su interior. En lugar de las comas, usa las conjunciones; por ejemplo el ?que? en la segunda oración.
Paso al maestro Rulfo. Diles Que no me Maten:
?Lo habían traído de madrugada. Y ahora era ya entrada la mañana y él seguía todavía allí amarrado a un horcón, esperando. No se podía estar quieto. Había hecho el intento de dormir un rato para apaciguarse, pero el sueño se le había ido. También se le había ido el hambre. No tenía ganas de nada. Sólo de vivir. Ahora que sabía bien a bien que lo iban a matar, le habían entrado unas ganas tan grandes de vivir como sólo las puede sentir un recién resucitado?.
Combinación magistral de frases largas con frases cortas. Aquí hay un ritmo que va de acuerdo al estado anímico del personaje. Desde el principio del párrafo hasta ?sólo de vivir? las oraciones van reduciendo de tamaño; eso logra que se acelere el dramatismo. Inmediatamente después hay una frase larga como significado de la esperanza del aferrarse a la vida y eso es lo que se siente en la lectura. Por algo el maestro Rulfo es el maestro Rulfo. Fondo y forma en unidad perfecta.
¿Y cómo escribe el maestro Cortázar? Rayuela; por supuesto:
?¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de cenizas y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesitaba papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico?.
Dos oraciones superlargas donde abundan las comas.
Cada buen autor tiene su propio estilo y ésa es una de las tantas maravillas que ofrece la literatura; eso que apenas estamos en la superficialidad del juguetito. Hay mucho más en la mina de oro.
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