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ENSAYO SOBRE LA CULTURA / El origen de la lectura

JOSÉ LUIS HERRERA

Voy a entrar en la moda de discutir la falta de lectores en México; el indicativo de un libro al año por mexicano dice más de lo que aparenta, sobre todo si en ese libro al año se incluyen los libros de texto; nos habla de un sistema educativo que no cumple con su labor de informar a los estudiantes, ya que la información académica está precisamente en los libros.

Me adelanto a la defensa de que la información educativa es oral; es el maestro quien traduce los conocimientos a los estudiantes. Este método no cumple con el objetivo de hacer del alumno un investigador; dicho de otra manera, una persona que busque los conocimientos y que profundice en ellos; por el contrario, lo vuelven un conformista, aprende sólo para satisfacer a un profesor que lo calificará y no para satisfacer al conocimiento.

Por otra parte hay que tener en cuenta todos los peligros que conlleva la oralidad; el conocimiento se hace depender totalmente de lo que un maestro sepa o quiera enseñar y de su capacidad para enseñarlo, el mensaje se distorsiona más fácilmente; en la oralidad, que es de donde surgieron todos nuestros mitos.

Otra moda es el sistema educativo centrado en el alumno, en contraposición con el método tradicional que era centrado en el maestro. En esta metodología, es el alumno quien debe de buscar los conocimientos, el maestro se vuelve un guía, una especie de asesor que resuelve dudas. Es de suponerse que de esta forma se lleva al alumno al conocimiento, o sea a los libros, quitando de en medio al maestro que cuenta lo que dice el libro.

El segundo error que se comete es referir a la lectura casi exclusivamente a los textos de literatura. Hay que recordar que el acervo de cualquier ciencia se encuentra guardado en un texto, lo mismo que el de las técnicas producidas por la ciencia. No hay especialidad a la que el ser humano quiera abocarse que no esté comprendida en un libro; entonces, el decir que al mexicano no le interesa leer, es afirmar que no le interesa conocer, poner en funcionamiento su racionalidad; en pocas palabras que de la definición animal racional se queda con lo de animal eliminando lo racional.

Olvídese usted de defenderse con la información oral; insisto, limita su conocimiento a lo que quieran decirle y a la memoria del que se lo diga; en cambio, en los libros todo está dicho, usted puede comparar lo que dice uno y lo que dice otro, y otro más, de esta forma se puede formar un criterio propio y escribir, porqué no, sus propias conclusiones para que otros las conozcan en el presente o en el futuro. El libro es la memoria de la humanidad, de todas las civilizaciones y hasta Dios ha tenido que recurrir a la palabra escrita para comunicarse con nosotros. Después de leerse los evangelios, en la iglesia católica se dice, Palabra de Dios, en otras religiones se dirá de otro modo, pero la función de la palabra escrita dictada por Dios, es entrar en contacto con el mensaje místico.

La palabra escrita es uno de los inventos más maravillosos realizados por la humanidad. Divide nuestra historia en un antes de, que llamamos pre-historia y un después de, que llamamos historia. Desgraciadamente, el antes fueron más años y mucho de lo que pasó en ellos nunca lograremos conocerlo porque no hay documentos que no los refieran, a lo más, lo reconstruimos como un rompecabezas mocho, incompleto que se mantiene en el supuesto, con los datos que la arqueología nos proporciona.

Imagínese usted, de toda la historia de la humanidad, sólo en los últimos 500 años, desde la invención de la imprenta, ha existido la posibilidad de que llegue a las manos de cualquiera, un libro; y solamente en los últimos 150 años, la alfabetización del pueblo ha sido generalizada, lo mismo que el acceso a la educación pública. En México, esas dos cosas no cumplen aún los 100 años. Este tesoro preciado de los dioses, que podríamos comparar con el fuego, no puede ser tan menospreciado como lo es en nuestros días; significa abrirnos a la libertad, es el fundamento de nuestra libertad; abrirnos al conocimiento, es el fundamento de nuestro conocimiento, es un fenómeno que hay que analizar más detenidamente; y no sólo por moda, o porque existe un presupuesto que hay que gastarse con eventos que no promueven la lectura.

Obvio, continuaré. Comentarios a: jolhe@hotmail.com

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