Podríamos decir que desde 1942, año en que se editó Acción Lagunera, ha existido en la ciudad un interés constante en la creación literaria. Algunas veces me he preguntado si antes de esa fecha existía interés por la literatura y por la publicación de libros y hasta ahora no he encontrado una respuesta convincente a mi pregunta. Por lo menos en el periodismo se debió haber dado un interés por hacer columnas de temas culturales. Desgraciadamente las hemerotecas públicas sólo tienen periódicos desde el año de 1970 a nuestros días.
De lo que sí estoy seguro es que de Acción Lagunera a nuestros días existe un hilo que se continúa a través de varias generaciones. Si cada quince años puede hablarse de una generación ¿cuántas irán?
Acción Lagunera es el antecedente de Cauce; más bien dicho, Cauce es Acción Lagunera tonificada con gente que recién llegaba a la ciudad para 1944, juventud que había tenido la oportunidad de estudiar en las universidades de México y Guadalajara y que se comenzaron a reunir a platicar de temas literarios en las librerías, como en la de Faedo El Tumbaíto y que a partir de este año comenzaron a editar Cauce la revista cultural de más larga duración, hasta ahora, en la comarca. También formaron los grupos del Ateneo Lagunero y el Liceo de La Laguna.
Nombres a riesgo de que algunos se queden en el CPU: Emilio Herrera (editor de Acción Lagunera y el último editor de el Nuevo Cauce). Ha publicado varios libros, las primeras arenillas en 1944. Rafael del Río, aunque se le considera también de Saltillo, participó mucho en el movimiento cultural de la ciudad. En un tiempo, intentó hacer carrera literaria en la Ciudad de México, en la misma época en que Octavio Paz comenzaba sus andanzas. Volvió a la región, y fue el descubridor de Enriqueta Ochoa, su primer maestro.
Don Pablo C. Moreno quien escribió abundantemente de historia, Enrique Mesta periodista, que para 1944 manejaba el existencialismo, corriente filosófica encabezada por Sartre y Camus. Federico Elizondo, Juan Antonio Díaz Durán, con una prosa exquisitamente española, excelente.
Otros escritores de aquella generación, Salvador Vizcaíno Hernández, José León Robles de la Torre, quien aún sigue en actividad, Álvaro Rodríguez Villarreal, uno de los primeros en escribir cuento infantil, o noveleta infantil: ?Juanito Juan Juan?. El querido maestro don Joaquín Sánchez Matamoros, autodidactas como muy pocos he conocido, que te hablaba de cualquier tema de una manera sencilla e inteligente.
Ya he mencionado que en esta generación estuvo Rafael del Río quien descubrió a Enriqueta Ochoa quien podríamos decir formaría por sí sola una segunda generación literaria. Ella es la poeta más importante que hasta el momento haya dado La Laguna, por lo menos es quien se ha proyectado más nacionalmente.
Una generación posterior a ella sería a la que pertenece el licenciado Fernando Martínez, quien durante mucho tiempo fue director de la Casa de la Cultura. En los sesentas comienza a funcionar el grupo Talitla, a la que pertenece Francisco José Amparán quien ha publicado en Editoriales Nacionales y tiene premios nacionales en cuento.
También en los setentas, las páginas culturales de los periódicos sirvieron para que nacieran otros grupos literarios como los de Botella al Mar quien capitaneados por Saúl Rosales, han dado premios nacionales e internacionales a la ciudad. Mencionemos a Jaime Muñoz y a Gilberto Prado Galán como quienes más han sobresalido en esa generación. A esta generación también pertenece Pablo Arredondo quien actualmente continúa sus estudios literarios en España.
En los ochenta, a partir de otro taller literario de la Casa de la Cultura se formó Arenisca grupo al que perteneció Lidia Acevedo, Alfonso Barrera y José Luis Uradivay. Creo que también a este grupo perteneció Yolanda Natera. Yo me colé al último.
Pero las generaciones no han acabado ahí se continuaron con José Lupe González, y ya se me acabó el espacio así que continuará.
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