Legisladores priistas pretendían dar voto de castigo por señalamientos previos
DURANGO, DURANGO.-Después de un cabildeo entre los propios diputados del Partido Revolucionario Institucional por más de una hora, el Congreso del Estado aprobó por unanimidad un crédito por 30 millones de pesos al municipio de Durango.
Los diputados de los primeros cuatro distritos, Rodolfo Guerrero García, Arturo Yáñez Cuéllar, Jesús Alvarado Cabrales y Héctor Vela Valenzuela, respectivamente, votaron finalmente a favor del crédito con el cual en un principio no estaban de acuerdo.
Por este hecho, que sin duda afectaba la imagen del PRI, el diputado y coordinador de la bancada del tricolor, Ricardo López Pescador, trató de convencer a través de llamadas telefónicas a los diferentes líderes de su partido para votar a favor del empréstito.
El dictamen presentado por la Comisión de Hacienda no iba firmado por su presidente, diputado priista Jesús Alvarado Cabrales, con lo que evidenciaba su inconformidad.
Cabe resaltar que a los cuatro diputados se les ha mantenido relegados en las comisiones y también habían sido exhibidos por el Ayuntamiento actual por la aportación de los 15 mil pesos para una supuesta labor de gestoría.
La presión estaba en la bancada de los priistas, ya que con toda tranquilidad los diputados de oposición tanto del PAN, PT y PD atendían normalmente la sesión. Hubo la necesidad de que el Presidente de la Mesa Directiva llamara al orden, porque entre llamadas y pláticas los legisladores distraian la atención.
La discusión entre los priistas llamó la atención de cuanto espectador se había dado cita en el Congreso del Estado; era obvio que se estaba ponderando un problema al interior de la bancada y discutir estas diferencias entre los integrantes de ese partido levantaba sospechas.
Casi todos los diputados, con excepción de los que se encontraban leyendo la Constitución Política, como José Antonio Ramírez y de los que faltaron, se reunieron para abordar el problema.
El Presidente del Congreso estaba confuso, no sabía si empezar o no la sesión pero cuando decidió reiniciar los trabajos cada uno de los legisladores se fue sentando, hasta quedar solamente seis diputados con su discusión original.
El meollol del asunto es que no querían los priistas aprobar el crédito al Ayuntamiento de Durango como represalia por la exhibición que hicieron de los legisladores que recibieron apoyo económico de la Presidencia para labores de gestoría.
Posteriormente, el presidente de la Gran Comisión habló con los diputados de su partido, incluidos Rigoberto Flores y Sergio Uribe, originarios de la Comarca Lagunera y a cada uno, por separado, su coordinador los convenció de votar a favor el crédito.
A cada uno de los diputados inconformes, en momentos diferentes, les cambiaba el semblante; primero, Jesús Alvarado, y después Héctor Vela, Arturo Yáñez y finalmente Rodolfo Guerrero García; no acababan de convencerse de la aprobación del empréstito.
Conforme avanzaba la sesión, se fueron retirando algunos diputados, de tal forma que en la primera sesión la lista de asistencia fue de 22; sin embargo, al final el Congreso se quedó sólo con 19 legisladores.
La larga sesión por los trece puntos que contenía el orden del día bastó para que el coordinador de la bancada del PRI pudiera convencer a sus cuatro diputados que se sienten rezagados.
El diputado Lorenzo Martínez Delgadillo, presidente de la Mesa, dio la instrucción para que se leyera el undécimo punto del orden del día, mismo que dictaminaba el crédito de los 30 millones de pesos que fue aprobado por 19 votos a favor.
Los diputados que se negaban a autorizar el crédito para el Ayuntamiento de Durango, se negaron a dar declaraciones sobre el particular y argumenmtaron ser institucionales, según la versión de Rodolfo Guerrero García, uno de los inconformes.
Los diputados priistas después de esta sesión, tuvieron una plática con líderes de su partido y con algunos funcionarios de primer nivel y el coordinador de la bancada para limar asperezas antes de partir con rumbo a Las Vegas, Nevada.