MÉXICO, DF.- La Selección Mexicana de futbol continuó ayer con su preparación para el partido eliminatorio contra Estados Unidos el próximo domingo, con un entrenamiento a puerta cerrada en el Estadio Azteca, donde el técnico Ricardo La Volpe definió el cuadro titular.
Al trabajo se unieron ya los últimos dos jugadores que faltaban por hacerlo, Ramón Morales y Alberto Medina, tras disputar la víspera con Chivas de Guadalajara el partido de Copa Libertadores, en el que se impusieron 2-1 a San Lorenzo de Almagro.
Tanto el volante zurdo como el habilidoso extremo se integraron al trabajo por la mañana, a su llegada a la capital fueron trasladados del aeropuerto al Coloso de Santa Úrsula, donde el grupo llegó aproximadamente a las 11:40 horas y salieron a las 14:15.
No hay lesionados en el grupo, pues el defensa central Hugo Sánchez ya trabajó al parejo de sus compañeros y no será sustituido.
Morales y Medina llegaron con ánimo positivo tras la victoria sobre el "Ciclón" que esperan contagiar al resto de los seleccionados, además que vienen dispuestos a ganarse un sitio en el once titular del argentino La Volpe.
Además del partido contra Estados Unidos del domingo próximo, el miércoles 30 enfrentarán a Panamá y seguro habrá cambios en el cuadro inicial por ser otro tipo de juego.
Ramón Morales señaló que aparte de ganarse un lugar como titular, lo importante es apoyar al grupo. "Somos un equipo de 20 jugadores que podemos estar ahí y hay que trabajar porque aquí gana México y el que juegue lo vamos a apoyar".
El lateral izquierdo de Chivas anhela que el Tri juegue bien, pero principalmente que gane el encuentro, luego de la eliminación que sufrió la Selección Mexicana en el Mundial Corea-Japón 2002, el partido tiene sabor de revancha para el jugador tapatío.
A su vez, Alberto Medina manifestó que el buen futbol que ha desarrollado Chivas, que lleva ya 12 partidos, entre Liga y Copa Libertadores, sin perder, pueda extenderse a la Selección Mexicana para que se consiga un segundo triunfo en la eliminatoria mundialista, y sobre todo para no dejar escapar puntos en casa.
"Ahora me toca incorporarme a la Selección, hay que trabajar con muchas ganas, estoy muy ilusionado y espero que pueda jugar", comentó.
La Selección Mexicana volverá hoy a entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de la FMF, y abrirá las puertas a los medios de comunicación.
Mientras el representativo de Estados Unidos podría llegar al Distrito Federal hoy, sin embargo, ha mostrado mucho hermetismo su federación para dar a conocer la fecha de arribo y si realizará o no alguna práctica en suelo mexicano antes del duelo del domingo.
Jared quiere revancha
Tener a Estados Unidos como el siguiente rival de la Selección Mexicana, hace que el rostro de Jared Borgetti se ilumine con una sonrisa.
Aunque el ariete del Tricolor asegura estar totalmente concentrado en el choque del próximo domingo, le resulta imposible apartar de su mente el recuerdo del primero de julio de 2001, día en el que un gol suyo ante los estadounidenses representó el trampolín que catapultó a México hacia el Mundial Corea del Sur-Japón 2002.
"Sería padre repetirlo. Esa vez ganamos 1-0, ahora espero que sea por más goles y no sólo míos, sino de varios de mis compañeros, para no tener un triunfo sufrido", afirma el sinaloense. "Ojalá podamos ganar de forma holgada, para que la gente salga muy contenta del Estadio Azteca", agrega.
De hecho, aquella anotación del hoy goleador del Pachuca es la más reciente que la Selección Mexicana le ha convertido a la estadounidense, por lo que el "9" tricolor tiene la consigna de terminar con la sequía.
"Sé que no les hemos podido hacer gol, pero esos partidos ya quedaron atrás y ahora sólo pensamos en ganar", asegura, mientras se le frunce el ceño.
A lo largo de una década de romance con el gol, Borgetti ha marcado muchos tantos de valía deportiva y personal, sin embargo, aquel contra los dirigidos por Bruce Arena ocupa un lugar especial en su memoria por lo que significó.
"Es un recuerdo muy bonito, como el del gol a Italia en el Mundial, pero ahora lo importante es el partido del domingo", revira. "Hay que tratar de conseguir otro resultado importante ante ellos. Ese partido se jugó en condiciones distintas, porque nosotros teníamos a un nuevo entrenador y necesitábamos ganar para seguir con las aspiraciones de llegar al Mundial. Ahora, la eliminatoria va empezando, pero tenemos los mismos deseos de triunfar".
Después de imponerse en Costa Rica, Borgetti está convencido que el apoyo en el coloso de Santa Úrsula será de gran valía para el Tricolor: "es un gran marco; además, dejamos un buen sabor de boca en el primer partido de la eliminatoria y esperamos seguir demostrando lo mismo: ser una selección decidida, con entrega y buen futbol".
Muy altos los precios
No sólo la afición está inconforme con los altos precios de los boletos para el juego del Tri ante Estados Unidos, hasta los revendedores que pululan en las taquillas del Estadio Azteca se encuentran preocupados.
No es un chiste. Alegan pocas ganancias y se escudan en que hasta empresas como Ticketmaster hacen lo mismo al cobrar una comisión por venta.
"No sale, prácticamente estamos cascareando, sólo les podemos ganar 50 pesos, no hay pa? más", dice casi indignado Miguel, revendedor vestido con playera del León.
De casi 1.80 metros de estatura, prominente abdomen y una sonrisa que invita a echar a correr nada más enseña su incompleta dentadura, Miguel trae encima una piel de cordero, que oculta las carnívoras intenciones de un zorro ante cada aficionado que se acerca.
"No se vale, el futbol es un espectáculo de masas, no elitista, quién puede comprar cuatro boletos de 350, si el salario mínimo no llega a 50 pesos", argumenta y finge demencia de los 50 pesos que aumenta al costo original, que hace más inalcanzable los boletos para las masas que tanto "defiende".
En 20 metros a la redonda no hay un policía, si acaso una solitaria patrulla que parece protegerse de los rayos solares bajo la estructura metálica en las afueras del coloso.
"La Profeco debería intervenir y exigir le digan las razones por las que dan los boletos a los precios que se les da la gana", concluye su ponencia en defensa de los derechos del consumidor para ir tras un aficionado a ofrecerle sus boletos baratos, "tan sólo 50 pesos más caros", del precio en taquilla.