SAO PAULO, BRASIL, (EFE).- Un anciano brasileño se salvó de ser enterrado vivo porque un empleado del depósito de cadáveres al que había sido enviado percibió que todavía respiraba, informó la prensa.
El protagonista del insólito caso fue el jubilado Antonio Castanheira Diniz, de 77 años, quien desde hace tres meses estaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Lucas, en Santos, a 72 kilómetros de Sao Paulo, pero por un error médico fue dado por muerto según la agencia de noticias ?Estado?.
La administración del sanatorio del hospital Santa Casa de Santos, al que fue enviado el anciano, informó que un empleado que se disponía a preparar el ?cadáver? para el velatorio, descubrió que el hombre respiraba tres horas después de haber sido dado por muerto y llamó de inmediato a los médicos.
?Al percibir que estaba vivo hicimos una traqueotomía y lo entubamos?, dijo el médico Edgar Johnny Borda Aldunete, del hospital Santa Casa, que atendió a la víctima.
Los familiares del anciano, que esperaban en la funeraria la llegada del cadáver, pidieron que el ?resucitado? fuese transferido nuevamente al hospital San Lucas, cuyos directores se abstuvieron de comentar el caso.
