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VIENA, AUTRIA.- El príncipe Ernesto de Hannover, esposo de Carolina de Mónaco, se encuentra en Austria para reponerse en una selecta clínica de su dolencia de pancreatitis aguda que hizo temer por su vida y le obligó a permanecer doce días en cuidados intensivos.
Ernesto de Hannover se encuentra hospitalizado desde el lunes en un centro médico en el pueblo alpino de Schruns, en un entorno natural de gran belleza en la región de Voralberg, según reportes de la prensa austríaca.
En la edición de ayer, de los diarios regionales austríacos se publican entrevistas al aristócrata alemán, quien explica que desde el lunes, cuando ?ingresó muy débil? y apenas podía caminar, su estado físico ?ha mejorado un cien por cien? y ya puede pasear sin problemas.
El director de la clínica y amigo personal del príncipe, Christian Schenk, participa en una entrevista donde asegura que la vida de Ernesto de Hannover peligró y que el paciente ahora mejora rápidamente.
Ernesto asegura que permanecerá al menos nueve días más en la clínica y que en ese periodo de tiempo recibirá la visita de su esposa, la princesa Carolina, y sus hijos.
El príncipe tampoco pierde la oportunidad para reflexionar sobre su imagen pública, rechaza que se le describa como un miembro de la alta sociedad, y concluye diciendo que ?en realidad soy un sencillo campesino?.
Agrega que con la princesa Carolina lleva una vida muy tranquila, pero que debido a sus muchos compromisos oficiales, la vida se le hace ?agotadora?. ?De por medio, además, están los encuentros con el círculo de amigos, muy divertidos. Y cuando se combinan la diversión y el deber, resulta mortal?, asegura el príncipe.
La enfermedad ha cambiado con claridad su visión de la vida, explica, ya que con 51 años no puede permitirse vivir como cuando tenía 28, y asegura que esto pone ?punto y final definitivo? a una etapa vital.
Además, en tono irónico, asegura que aún no tiene ganas de morir, ?Mi hija tiene sólo cinco años. Un año al menos quiero resistir?.
Hasta ahora, dice, el problema era su incapacidad para decir que no: ?Si alguien me llama y quiere que vaya a tomar algo, lo hago. Ahora deberé aprender a no dejarme ver tanto. Así no me llamaran?, ?mi vida será con seguridad más tranquila?, afirma el príncipe.
La prensa austríaca informa que Ernesto de Hannover, a pesar de no tener mal aspecto, se encuentra visiblemente más delgado, ya que durante su estancia está previsto que siga una estricta dieta, sin grasas y con una prohibición absoluta de tomar alcohol o fumar.