ROMA, (Reuters).-Un grabado de mármol en una de las catedrales más grandes de Roma podría tener la respuesta a lo que muchos de los millones de católicos en todo el mundo han preguntado en los últimos dos días: "¿Superará el papa Juan Pablo II su última crisis de salud? Según la creencia popular, la escultura de mármol en honor al Papa Silvestre II, quien estuvo al frente de la Iglesia hace unos mil años, se humedece cuando la muerte de un pontífice es inminente.
Un sacerdote tocó la escultura en la Basílica San Juan de Letrán de Roma y confirmó que estaba seca - buenas noticias para el Papa, a quien le practicaron una traqueotomía después de haber sido llevado de urgencia al hospital debido a nuevos problemas respiratorios.
El Pontífice también lucha contra el mal de Parkinson y una artritis aguda; sacerdotes, monjas y laicos en la catedral rezaban por el Papa de 84 años.
En la sacristía de San Juan de Letrán, la "segunda catedral" del Papa por su cargo como obispo de Roma, dos monjas ancianas italianas con hábitos grises dijeron que el poder de profecía del monumento estaba bien documentado.
"Suda cuando se acerca la muerte de un Papa", dijo una de ellas. Pero no dieron sus nombres.
"La piedra llora. Es verdad, ha ocurrido. Hay personas que lo han visto", añadió la otra monja. Ambas dijeron que no conocían a nadie que hubiera presenciado el fenómeno.
Asomándose de sus confesionarios vacíos y bajo la mirada de las gigantescas estatuas blancas de santos, varios sacerdotes dijeron que no tenían conocimiento de la leyenda.
El padre Edoardo en un primer momento se mostró escéptico cuando se le contó sobre el grabado, enmarcado por dos columnas amarillas de mármol.
"La piedra se siente fría", dijo al tocar el grabado y las columnas. "Pero seca".
Y esbozando una sonrisa añadió: "Entonces el Papa vivirá".