Johannesburgo, (EFE).- Cuatro personas se sumaron recientemente a los más de 300 muertos que, desde 1995, ha causado en Sudáfrica la práctica de circuncidar a los más jóvenes en las aldeas tradicionales, con unos métodos que llegan a poner los pelos de punta.
Según informaron las autoridades de salud de la provincia sureña de Eastern Cape, donde se registra el mayor número de estos casos, las cuatro víctimas, entre los 14 y los 23 años, murieron.
Los fallecidos concurrían a las llamadas "escuelas de iniciación", una práctica tradicional que mantienen diez grupos étnicos de Sudáfrica y que, en muchos casos, incluye la circuncisión a los más jóvenes.
Estas muertes ocurrieron a pesar de la campaña lanzada por las autoridades, antes de comenzar la temporada invernal de circuncisiones, para que se asegure la higiene en esa práctica tradicional.
Se calcula que desde hace diez años unos 300 muchachos y jóvenes han muerto por circuncisiones mal practicadas; a 80 más les han tenido que amputar sus genitales por cortes chapuceros y, al menos, 6,000 han terminado en un hospital.
"Nos preocupa que estas muertes sigan a pesar de los esfuerzos para contenerlas", afirmó el portavoz del departamento de Salud de la provincia de Eastern Cape, Sizwe Kupelo.
A las autoridades les inquieta no sólo la falta de pericia de los curanderos que practican ese rito de iniciación, sino también los instrumentos empleados que, en muchos casos, son transmisores del virus del Sida, la principal causa de muerte en Sudáfrica.
Kupelo mencionó el caso que se encontró un grupo de funcionarios que visitó el miércoles la aldea de Mgwenyane, en el sur del país, donde veintinueve adolescentes participaban en una ceremonia de circuncisión dirigida por un "cirujano" tradicional.
"Fuimos testigos de una cosa terrible. El hombre estaba circuncidando a esos muchachos con una sola cuchilla", agregó.
"Eso significa -añadió- que si el primero de los muchachos estaba infectado con el virus del Sida, el resto probablemente habrían quedado infectados".
Sudáfrica es el país con el mayor número de personas infectadas por el VIH (cerca de 5.3 millones), según el último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA).
Las autoridades exigen que todas las "escuelas de iniciación" estén registradas oficialmente, que los "cirujanos" tradicionales sigan determinados procedimientos y que los padres den su consentimiento.
Pero no siempre ocurre así, y cuando lo descubren las autoridades, curanderos y "enfermeras" terminan en la cárcel y la "escuela de iniciación" ilegal es clausurada, como sucedió con el caso de la aldea de Mgwenyane.
Según estudios antropológicos, algunos grupos étnicos, como los zulúes, mayoritarios en este país, no practican el ritual de la circuncisión. En cambio, para otros pueblos, como los sotho, es la parte más importante del proceso de iniciación de los menores.
En estas "escuelas", los adolescentes aprenden a enfrentarse a sus enemigos con palos y lanzas y a comportarse ante los jefes tribales. Las ceremonias se realizan al aire libre o en chozas que luego se queman.
Los líderes tradicionales de Sudáfrica han hecho llamamientos para que sólo los mayores de 18 años sean admitidos y se termine con los secuestras de adolescentes para que participen en las ceremonias.
