El nuevo Papa Benedicto XVI alabó el lunes por primera vez el diálogo con los musulmanes y emitió otro llamamiento a la unidad de los cristianos.
Ciudad del Vaticano, (EFE) - Benedicto XVI efectuó hoy su primera visita fuera del Vaticano acudiendo a la basílica romana de San Pablo Extramuros, donde expresó su deseo de viajar por todo el mundo, como su predecesor Juan Pablo II, para anunciar el Evangelio.
"Juan Pablo II fue un Papa misionero, cuya actividad tan intensa la demuestran los más de cien viajes por el mundo. Le empujaba la misión, la misma que Cristo confió a Pablo. Quiera Dios alimentar en mí un amor similar, para que no me detenta ante la urgencia del anuncio del Evangelio en el mundo de hoy", afirmó el Pontífice ante varios miles de personas que llenaban la basílica romana.
El Papa Ratzinger subrayó que la Iglesia es por naturaleza misionera y su primera obligación es la evangelización.
El Pontífice resaltó la figura de San Pablo señalando que la pasión por Cristo fue lo que le llevó a predicar el Evangelio no solo con la palabras, sino incluso dando la propia viva.
Benedicto XVI recordó que el siglo XX fue un tiempo de martirio y que así lo resaltó Juan Pablo II canonizando y beatificando a numerosos mártires de la historia reciente.
"Si la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, al inicio de este tercer milenio es lógico esperar una renovada primavera de la Iglesia, especialmente allí donde ha sufrido mayormente por la fe y el testimonio del Evangelio.
En esas palabras se vio un reconocimiento a la iglesia que sufre en países africanos como Sudán y asiáticos como China y otros lugares donde los católicos son perseguidos.
El Papa Ratzinger fue acogido por varios miles de personas que llenaron el templo y los alrededores, que le aplaudieron y vitorearon.
El Pontífice les bendijo y no dudó en besar a varios niños de corta edad que le fueron presentados por sus padres y acariciar y bendecir a numerosos enfermos.
Joseph Ratzinger quiso que tras la misa de comienzo de Pontificado su primera visita fuera del Vaticano fuera a la basílica de San Pablo Extramuros, en la zona sur de Roma, para subrayar que, junto a San Pedro, el Apóstol de los Gentiles es también el fundador de la Iglesia de Roma.
En un principio causó sorpresa que eligiese San Pablo Extramuros en vez de la basílica de San Juan de Letrán, que es la catedral de Roma y él es el Obispo de la Ciudad Eterna. El Vaticano salió al paso precisando que el Papa con este gesto lo que ha querido destacar es la unión entre los dos fundadores de la iglesia.
Según cuentan los Hechos de los Apóstoles, San Pablo fue detenido en el año 58 después de Cristo en Jerusalén. Dos años más tarde fue conducido a Roma. El barco en el que viajaba encalló en la isla de Malta y el tiempo que permaneció allí hasta embarcar de nuevo hacia Roma lo dedicó a predicar el Evangelio, convirtiendo la isla al cristianismo.
En el año 63 llegó a Roma, donde prosiguió su apostolado. En el año 67 fue hecho prisionero nuevamente y decapitado en la Vía Ostiense, en las afueras de Roma, donde se alza la basílica.
En el templo leyó la carta de San Pablo a los Romanos, que dijo es la más importante de todas, y oró en el sepulcro del Apostol.
Hoy, antes de visitar la basílica, Benedicto XVI recibió en el Vaticano a varios miles de compatriotas alemanes que asistieron a la misa de inicio de Pontificado, a quienes desveló algunos detalles del cónclave que le eligió Papa, como que durante el mismo rezó para que los cardenales eligieran a otro más fuerte que él, pero que tras ser escogido lo aceptó con un "sí" inevitable.
"Nunca pensé ser elegido ni hice nada para que así fuese, pero cuando lentamente el desarrollo de las votaciones hacía entender que la 'guillotina' se acercaba y me miraba a mí, pedí a Dios que me evitara ese destino. Pero evidentemente El no me escuchó y yo acepté, no podía negarme a esa llamada".
Ratzinger, al que se le vio feliz entre sus compatriotas, añadió que creía que su misión en esta vida, teniendo en cuenta sus 78 años, había más o menos concluida y que le esperaban años de tranquilidad, pero Dios ha querido otra cosa.
También hoy recibió a los representes de las iglesias cristianas y de otras religiones que asistieron a la misa del domingo, antes quienes reiteró su compromiso en aras de la unión de los cristianos y la potenciación del diálogo interreligioso.
Alaba diálogo con musulmanes
El nuevo Papa Benedicto XVI alabó el lunes por primera vez el diálogo con los musulmanes y emitió otro llamamiento a la unidad de los cristianos, reanudando un tema que se ha convertido en distintivo de los primeros días de su papado.
En una audiencia donde recibió a algunos peregrinos alemanes que acudieron a su misa de entronización del domingo, el ex cardenal Joseph Ratzinger, natural de Baviera, también mostró su lado humano, al hacer su primer chiste papal.
El Papa se disculpó por llegar tarde, pero dijo que su falta de puntualidad -la afamada cualidad alemana- podría ser un signo de que se había "convertido en un poquito italiano".