“La fuerza de nuestra unidad es la riqueza de nuestra diversidad.”
Guillermo Bonfil Batalla
Finalmente Arturo Montiel impuso su criterio. Enrique Peña Nieto será al parecer el candidato del PRI al Ggobierno del Estado de México. La designación podría formalizarse hoy, pero en una reunión en la noche del miércoles al jueves en la casa de Gobierno de Toluca el gobernador Arturo Montiel aparentemente les pidió a los seis candidatos unificar criterios para tener un candidato de unidad. Se interpreta esa petición como una forma de lograr que los otros cinco declinen a favor de Peña Nieto.
Peña Nieto, un político joven y telegénico, fue coordinador de los diputados del PRI en el congreso estatal. El respaldo de Montiel le permitiría dejar atrás en esta etapa del proceso a otros cinco aspirantes a la candidatura con presencia local: Gustavo Cárdenas, Fernando García, Jaime Vázquez, Enrique Jacob y Héctor Luna. Más complicado, sin embargo, fue superar a otros aspirantes que habían tenido más visibilidad en los medios nacionales de comunicación: Carlos Hank Rhon, Isidro Pastor y Alfonso Navarrete Prida. Ayer mismo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación rechazó el recurso de Pastor en que cuestionaba su exclusión del proceso interno del PRI.
El PRI ha llegado a un acuerdo con el Partido Verde para presentar un candidato conjunto, pero la exigencia de los seis aspirantes finales era que éste debía surgir de entre ellos. El propósito era bloquearle el camino a Hank, quien no cumplía los requisitos internos del PRI y quien desde hace semanas, consciente de que su candidatura no prosperaría, decidió retirarse del proceso.
El PRI se convierte así en el tercer partido en definir a su candidato para las elecciones del tres de julio. El PAN ya se había decantado por Rubén Mendoza Ayala, el ex presidente municipal de Tlanepantla, quien, sin embargo, llegó a la candidatura tras un pleito debilitante con el otro aspirante panista, el ex subsecretario de gobernación José Luis Durán. El PRD ha postulado a la ex presidenta nacional de Canacintra Yeidckol Polevnsky, descartando a varios militantes de mucho tiempo en el camino.
El Estado de México es una de las pocas entidades del país, como Veracruz, en que los principales partidos se dividen el poder y las preferencias populares en tercios. El PRI tiene su baluarte en Toluca y en la zona rural del poniente y el sur del Estado. El PAN cuenta con su mayor fuerza en los municipios de clase media del occidente del área metropolitana de la ciudad de México, como Naucalpan y Tlalnepantla. El PRD alcanza su más sólido apoyo en los municipios del oriente del valle de México, como Nezahualcóyotl y Chalco. Como consecuencia de esta división, el combate político de aquí al tres de julio será muy intenso. Y la moneda está en el aire.
El gobernador priista, Montiel, necesita un triunfo claro el tres de julio para fortalecer sus aspiraciones presidenciales. Para él era importante tener no sólo a un candidato ganador sino también leal. Los tiempos le son favorables. Otros gobernadores que aspiran a la candidatura presidencial del PRI han tenido que abandonar sus gobiernos demasiado pronto o les tocará hacerlo demasiado tarde. Montiel puede seguir utilizando el dinero del erario para promoverse en lo personal y para apoyar su proyecto de Gobierno y a su presunto delfín.
La elección del tres de julio en el Estado de México será sin duda la más importante de este año. Ya no se puede afirmar, como se decía en el pasado, que el Estado de México, por su estructura demográfica similar a la del país, constituía una gran encuesta que adelantaba el resultado de la siguiente elección presidencial. En 1999, después de todo, el priista Montiel ganó el Estado de México, pero un año después el panista Vicente Fox conquistó la Presidencia de la República. La importancia de los comicios del Estado de México, sin embargo, radica en el simple volumen de votos que tiene esta entidad, la más poblada del país.
Es de preverse que la votación sea tan cerrada que la verdadera clave de la victoria radique en la capacidad de cada partido para llevar a sus simpatizantes a las urnas. Tradicionalmente el PRI ha sido el partido más avezado en estas prácticas, pero el PRD ha aprendido mucho en los últimos años. Para ganar el tres de julio, uno de los factores clave será mantener la unidad interna de cada partido. Pero después de los difíciles procesos internos, esto no será fácil para ninguno de los tres.
Ratificaciones
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó ayer los triunfos del priista Mario Marín en Puebla y del candidato panista PAN Héctor Ortiz en Tlaxcala. La ventaja de éste último sobre el priista Mariano González Zarur fue menor al uno por ciento de los sufragios emitidos.
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