EL PAÍS
MADRID, ESPAÑA.- ETA hizo estallar ayer siete bombas de escasa potencia en cinco puntos distintos de Madrid y junto a sendas oficinas de Correos en Zumárraga (Guipúzcoa) y Alsasua (Navarra), coincidiendo con el 28 Aniversario de la Constitución.
Los artefactos colocados en la capital de España, una cajas de cartón con menos de 300 gramos de cloratita, estaban situados en cinco carreteras y su ubicación fue precisada por un comunicante anónimo, no como las de Navarra y Guipúzcoa, de casi el doble de potencia, que estallaron ayer por la madrugada y sin aviso previo. Sólo estas últimas causaron daños, pero ninguna víctimas.
La organización terrorista desplegó ayer una enorme actividad operativa, justo en el mismo día en que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresaba a los periodistas reunidos en el Congreso por el Día de la Constitución su confianza en que durante esta Legislatura ocurran ?cosas importantes?, refiriéndose a un posible anuncio de la banda de que abandona las armas.
Lo primero que hizo ETA ayer fue reventar, sobre las tres de la mañana, una bomba en la sucursal de Correos de la localidad navarra de Alsasua, compuesta por entre 500 y 750 gramos de cloratita y un temporizador.
El artefacto estalló junto a una ventana blindada y apenas produjo daños. La onda expansiva provocó un boquete en la fachada y en el pavimento de la calle.
Casi al mismo tiempo, otro artefacto, de composición casi idéntica, reventaba junto a la oficina de Correos de la calle Elizkale, en Zumárraga. El estallido apenas manchó la puerta y parte de la pared.
A las 11:05 horas, una mujer telefoneaba al periódico Gara para comunicar la colocación de varias granadas dirigidas al aeropuerto de Santander, que serían lanzadas entre las doce y las dos de la tarde de ayer. La terminal fue inmediatamente desalojada, al tiempo que comenzaba una batida bajo la lluvia en un radio de 500 metros alrededor, y que incluyó el registro de varias barcas en la mar.
Los artefactos no fueron localizados y tampoco se registró explosión alguna. Sin embargo, Policía y Guardia Civil volverán a rastrear la zona, ante el temor que haya ocurrido con un anuncio de un atentado idéntico contra el aeropuerto de Zaragoza, el pasado 12 de octubre.
El lanzagranadas fue hallado 11 días después, después que ETA enviara un plano con la ubicación exacta a Gara.
Poco después que Zapatero hablara a los periodistas de sus impresiones sobre ETA y que se conociera un Zutabe (boletín interno de la banda) en el que la organización se muestra ?aburrida? ante las continuas peticiones de tregua, volvía la amenaza.
Un hombre telefoneaba al diario Gara y a la asociación DyA de Vizcaya a las 14:20 horas alertando de que sobre las 15:00 horas harían explosión cinco artefactos en otros tantos puntos de Madrid: en el kilómetro 56.4 de la carretera de circunvalación M-40; entre los puntos kilométricos 26.4 y 26.4 de la M-45 (otra vía de circunvalación); en la salida 47 de la M-50, que también rodea Madrid; la salida 17 de la A-2 (Madrid-Barcelona) y entre los kilómetros 16 y 17, sentido A Coruña, de la A-6, la única que estalló junto a viviendas, y también pegada a una parada de autobús..
Estos artefactos, compuestos por entre 200 y 300 gramos de cloratita metidos en cajas de cartón y retardados con un temporizador, estaban colocados en las cunetas y sus estallidos casi ni se oyeron, en parte debido al ruido del tráfico.
Los daños fueron casi inexistentes. Los investigadores creen que estos atentados son obra de un comando itinerante, posiblemente una pareja, que hizo un recorrido, colocó a toda velocidad las bombas y huyó.
La llamada de aviso fue efectuada desde el País Vasco. Las bombas son idénticas a las que ETA colocó el 29 de julio en Puerto Lápice (Ciudad Real), junto a la N-420, y Maqueda (Toledo), pegado a la A-5.
