AP
LISBOA, PORTUGAL.- Incendios forestales avivados por vientos fuertes ardían fuera de control en diversas partes de Portugal ayer, en medio de la sequía más grave en muchos años. Los bomberos dijeron que las llamas rodeaban una ciudad de 100 mil habitantes al norte de Lisboa.
El Gobierno, incapaz de luchar contra más de 25 focos en bosques y tierras de labranza, pidió ayuda a la Unión Europea durante el fin de semana.
Francia envió dos aviones hidrantes Canadair el domingo y España envió uno, en tanto tres helicópteros de Alemania y otro Canadair de Italia debían arribar el martes. La fuerza aérea holandesa aportó dos helicópteros Cougar, capaces de transportar dos mil 500 litros de agua cada uno. El departamento de bomberos de las islas Azores ofreció enviar efectivos.
La Comisión Europea dijo ayer que otros países se aprestaban a enviar apoyo.
“Agradezco la rapidez con que la comisión y los estados miembros han podido responder al pedido urgente de auxilio”, dijo el presidente de la comisión, José Manuel Barroso, que se encontraba en Portugal y seguía de cerca el desarrollo de los graves acontecimientos.
El incendio más grave era el de Abrantes, en el distrito de Santarem, 80 kilómetros al norte de Lisboa, donde 200 bomberos combatían las llamas en cinco frentes.
Coimbra, la tercera ciudad del país, con 107 mil habitantes, 200 kilómetros al norte de Lisboa, estaba rodeada por varios focos, dijeron los bomberos. Las llamas habían destruido una decena de viviendas en las afueras y 50 personas habían abandonado sus hogares.
Las autoridades movilizaron a dos mil 700 bomberos y las fuerzas armadas enviaron 600 hombres a vigilar las zonas donde los incendios ya estaban extinguidos.
Fuertes vientos reavivaron diversos focos durante el fin de semana. Se pronosticaban más vientos y temperaturas altas para los próximos días. Ayer se preveían temperaturas de hasta 36 grados centígrados en Santarem y otros distritos.
El domingo, el primer ministro Jose Socrates visitó la zona de Pampilhosa da Serra, en el distrito de Coimbra, donde un gran incendio ardía desde hace cinco días al 85 kilómetros al este de la ciudad. Las llamas, extinguidas a mediados de la semana pasada, se reavivaron el viernes y sólo fueron controladas nuevamente ayer.