SUN-AEE
MÉXICO, DF.- Muchos padres piensan que el proceso de aprendizaje de un niño comienza una vez que ha abandonado el vientre materno, sin embargo, está probado científicamente que la estimulación in utero contribuye al desarrollo intelectual, sicomotor y emocional del bebé.
Así como va creciendo físicamente, va incrementando sus habilidades cada vez más complejas que le permitirán interactuar con las personas y su medio ambiente, para hacerlo un ser autónomo e independiente.
Cuando el infante nace, sus movimientos y actos son respuestas reflejas, de ahí que necesiten estímulos que le brinden las experiencias necesarias para convertir ese estado reflejo en uno voluntario.
Cuando alentamos al niño, de manera continua y regulada, se está ingresando al mundo de los programas de estimulación temprana, es decir, estamos motivándolo para que desarrolle sus capacidades físicas y mentales.
A QUIÉN ESTÁ DIRIGIDA
La estimulación temprana ha cumplido con dos tareas fundamentales, por un lado ayuda a incrementar la evolución del niño que se ve afectado por problemas que se presentan durante el embarazo, el parto o después de él, en los primeros meses de vida, originados por desnutrición, infecciones de la madre o del producto, anormalidades genéticas, prematurez, falta de oxígeno al nacer y de un ambiente afectivo deficiente.
Cuando existe algún problema con los sentidos como en el caso de los sordos, de los invidentes, de los niños con parálisis cerebral o con una inteligencia disminuida, los estímulos y mensajes no se procesan adecuadamente en el Sistema Nervioso Central, por ello es necesario implementar un programa integral de estimulación, señala la profesora María Luisa Zavala, directora del Jardín de Niños Susana Alardín González.
?El organismo, como instrumento para aprender, puede ser estimulado por el movimiento que activa redes neuronales que potencializan la capacidad de asimilar, pensar y crear?, subraya.
Por otro lado, la estimulación se ha incorporado a programas para despertar las habilidades del infante de manera más temprana como lo es la motivación con música, la cual ha demostrado que los bebés adquieren facultades sicomotoras y sensoriales mucho antes de lo esperado para su edad, así lo afirma la especialista en pediatra Norma Angélica Rojas Pineda.
AL RITMO DE LA MÚSICA
?Desde los primeros meses de gestación se puede realizar ese proceso debido a que el sentido auditivo es el primero en desarrollarse -aproximadamente en el primer trimestre del embarazo- y hasta los dos años de edad?, para lo cual se crearon programas denominados de estimulación sicológica gruesa, fina y sensorial, subraya Rojas Pineda.
Comenta que el neonato reacciona a los estímulos externos, principalmente de sonidos suaves como el viento, el trinar de los pájaros, la voz de mamá o los latidos del corazón de la progenitora. De acuerdo con diversos estudios se ha demostrado que la música de Mozart y Vivaldi, especialmente seleccionada, influye en el desarrollo de la inteligencia, aumenta la creatividad y prepara al organismo para la vida futura, fuera del útero.
Estas obras ayudan a hacerlos dormir, despertar y aprender, así como a desarrollar el sentido auditivo. ?Los movimientos de las obras de Mozart estimulan el cerebro del bebé al emitir ondas que le permiten tener un mejor desarrollo, se ha relacionado con aptitudes para las matemáticas, en un futuro?, asegura la pediatra.
Algunas recomendaciones
La especialista Norma Angélica Rojas Pineda recomienda respetar el ritmo del pequeño, darle tiempo para la actividad y otro para el descanso o el silencio. No tener prisa, pero tampoco estimularlo en exceso.
Es importante ofrecerle al niño un cuerpo cálido y amoroso, festejar sus logros, dando una buena ración de cariño y de estrecha comunicación.
Los programas de estimulación temprana con fines preventivos o terapéuticos, deberán llevarse a cabo en instituciones públicas o privadas especializadas en niños, donde participe un equipo compuesto por médicos, terapistas y sicólogos, bajo la coordinación de un especialista en medicina de rehabilitación.
Se debe tener cuidado con los centros de juego que se autonombran de estimulación temprana cuyos fines son únicamente de lucro, en donde generalmente no se cuenta con personal capacitado ni con programas con bases científicas.
Si lo hacemos en casa, es importante seleccionar las actividades y juegos que vayan de acuerdo con la edad e interés del pequeño, teniendo la oportunidad de sentir seguridad y confianza en la búsqueda de conocimiento.
Por etapas
La estimulación temprana con música se divide en tres etapas.
-La primera de ellas abarca el periodo in utero hasta los primeros nueve meses de nacido, en la cual se recomienda música con sonidos de la naturaleza o la del periodo clásico.
-La segunda etapa comprende de los nueve a los 18 meses, en donde se introducen las percusiones, llámense tambores, panderos, claves o cascabeles. En este programa se puede marcar el ritmo con el movimiento de una de las manos o de sus pies, con lo cual se logrará establecer más rápidamente el proceso del lenguaje oral.
-Los bebés tendrán un lenguaje entendible y aceptable entre los 14 y los 18 meses, a pesar de que no cuenten con un vocabulario amplio.
-En la tercera etapa, que va del año y medio a los dos, se introduce música regional, sea cual fuere el país de origen de los papás. Se puede inclusive incluir canciones, lo que permite incrementar su vocabulario. Aquí se puede reforzar con bailes y movimientos para propiciar una mayor coordinación.
-Gracias a la composición de las piezas musicales, el bebé logra un equilibrio en su desarrollo.
FUENTE: SUN-AEE