San José, (EFE).- Investigadores costarricenses y estadounidenses instalaron transmisores de radio a seis tiburones martillo en la Isla del Coco, en Costa Rica, para estudiar sus hábitos y proteger su vida, informó una fuente investigadora.
El Programa Restauración de la Tortuga Marina (PRETOMA) de Costa Rica indicó en un comunicado que los transmisores, colocados la semana pasada, determinarán si estos tiburones son residentes de la isla o si la visitan periódicamente.
"Esta información es esencial para poder definir prioridades y estrategias de manejo" del tiburón como recurso, aseguró PRETOMA, que junto con el Instituto de Investigación de Tiburones de Estados Unidos colocó los transmisores a los escualos.
Randall Arauz, presidente de PRETOMA, dijo que "la información científica permitirá la creación de gestiones para proteger áreas de reproducción y rutas migratorias de especies amenazadas y manejar la pesca donde los recursos todavía existen para que no desaparezcan".
Esta es la primera de una serie de visitas a la isla como parte del proyecto para dar seguimiento a tiburones, que se prolongará los próximos dos años y en el que se tiene planeado marcar a varios tiburones ballena, uno de los peces más grande del mundo.
Arauz también mostró su preocupación debido a que en la zona la población de tiburones martillo y tiburones ballena ha disminuido en los últimos años, al igual que en todo el plantea a causa del alto precio que se paga por las aletas de estos escualos.
"La Isla del Coco es reconocida como uno de los pocos lugares en el mundo donde los tiburones todavía son relativamente abundantes, aunque los buzos de la isla notan que las poblaciones han disminuido significativamente durante los últimos diez años", afirmó.
PRETOMA es una organización privada y sin fines de lucro que trabaja en la promoción de la pesca sostenible y la protección de las tortugas marinas, tiburones y biodiversidad marina en Costa Rica.
La Isla del Coco fue declarada Parque Nacional en 1978 y como sitio de Patrimonio Mundial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1997, por su riqueza natural.
