Admite el ex director de la FEMA errores en su respuesta.
Agencias
Washington, EU.- El presidente estadounidense, George W. Bush, examinó ayer los daños ocasionados por el huracán Rita en Texas, cuna de la industria petrolera nacional, y concluyó que la zona ?ha resultado muy perjudicada?.
Bush pasó después a una reunión informativa con funcionarios estatales en la ciudad portuaria de Beaumont, que posee varias refinerías destinadas a la producción de gasolina. Muchas de ellas han quedado paralizadas por el huracán.
El mandatario estimó -durante su séptimo viaje a la zona- que las prioridades del Gobierno Federal eran asistir a los damnificados con agua y alimentos, restablecer la electricidad y proporcionar combustible.
Después de sus reuniones en Beaumont, Bush emprendió un recorrido aéreo por la zona fronteriza entre Texas y Louisiana, que fue la región donde Rita tocó tierra.
Bush valoró que el Gobierno estaba listo para liberar combustible de sus reservas de emergencia con objeto de reducir sus precios de cara a los consumidores. Asimismo, dio a entender que nombraría a un funcionario federal para que supervisara la reconstrucción de la costa del Golfo de México, después que los funcionarios locales presentaran un plan para la reconstrucción de sus comunidades.
También pidió a los empleados federales y a los ciudadanos en general que anulen los viajes innecesarios para hacer frente a la escasez de combustible generada por el huracán Rita.
Ayer autoridades impidieron a los residentes de varios pueblos de las zonas devastadas por el huracán Rita regresar a sus hogares, debido al peligro que representan los escombros en las calles, las líneas del tendido eléctrico caídas y la falta de generadores.
Si bien las autoridades de los pueblos de Beaumont, Port Arthur y Orange lograron impedir a sus residentes que regresaran a sus casas, las de Louisiana no pudieron evitar que los residentes de varias islas fluviales llegaran a ellas en barcos para ver si el huracán Rita había destruido sus hogares.
Además, se conoció que el número de muertes causadas por el huracán Katrina, que azotó el sur de Estados Unidos (EU) el 29 de agosto, aumentó a mil 121, según nuevos balances provisorios que incluyen 44 muertes más en Nueva Orleans (Louisiana) y otras dos en el estado Mississippi.
Mientras tanto, Michael Brown, ex director de la agencia federal vilipendiada por su lenta reacción ante el desastre que dejó Katrina, admitió ayer en el Congreso de Estados Unidos (EU) que cometió errores, al igual que las autoridades locales y estatales.
Durante una audiencia ante un comité creado para examinar la respuesta del Gobierno al ciclón, Brown, ex director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), reconoció que es responsable de ?errores específicos?, pero dijo que las autoridades locales y estatales de Louisiana tampoco coordinaron bien sus acciones.
En concreto, Brown responsabilizó al alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, y a la gobernadora de Louisiana, Kathleen Blanco, por no mejorar la coordinación de las autoridades locales y estatales a la hora de ayudar a las víctimas.
Regresa a México convoy del Ejército
El convoy del Ejército mexicano que ayudó a los damnificados del huracán Katrina en Texas emprendió ayer su regresó a México, tras cumplir una histórica misión de ayuda humanitaria a lo largo de 19 días en territorio estadounidense.
Autoridades civiles y militares de Estados Unidos despidieron el lunes a los soldados en una ceremonia efectuada en la ex base de la Fuerza Aérea Kelly de San Antonio, en la que agradecieron la ayuda prestada por México.
Durante su misión, los 195 efectivos del Ejército mexicano sirvieron cerca de 160 mil comidas a los más de cuatro mil damnificados de Katrina ubicados en la base Kelly y en otros albergues instalados en San Antonio.
