Retenes, revisiones personales, arcos detectores de metales y restricciones a la prensa, entre otros
En medio de un fuerte, exagerado y tedioso operativo de seguridad que provocó el malestar de la mayoría de los asistentes, el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, arribó a Santiago Papasquiaro para entregar títulos del Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares (Procede).
Dicho operativo comenzó ayer desde las 06:30 horas, con el objetivo de cercar debidamente los límites del evento, así como las cinco áreas donde se instalarían el público, las autoridades y los medios de comunicación. En el operativo participaron más de 300 elementos del Ejército, Policía Ministerial y Municipal, Unidad contra el Crimen Organizado (UCCO), guardias del Estado Mayor Presidencial y voluntarios.
El primer retén militar se instaló antes de llegar al poblado El Correo, donde sin excepción alguna se detuvo y se inspeccionó a todos los asistentes. Cada automóvil era detenido para bajar a los tripulantes y ser sometidos a una rigurosa exploración; unos metros más adelante, agentes de la Ministerial revisaban nuevamente los vehículos en busca de cualquier detalle sospechoso. Al terminar la revisión se otorgaba un papel certificado con la leyenda ?vehículo autorizado? para poder avanzar.
Después de haber sorteado estos dos retenes, era necesario pasar por un tercero, donde debajo de una carpa había tres detectores de metales. Durante el trayecto del estacionamiento hasta el podium, cientos de voluntarios y soldados vestidos de civiles observaban cuidadosamente a los asistentes y les instaban a caminar en columnas separadas: una para las mujeres y otra para los hombres. Cualquier objeto sospechoso era cuestionado, exigiendo mostrarlo.
Ya dentro de la zona, había dos ?corrales? metálicos destinados a los medios de comunicación: uno para los medios electrónicos y otro para la prensa escrita, colocados estratégicamente a una distancia considerable para evitar cualquier acercamiento hacia el estrado donde estaría el presidente Fox.
Sorprendente llegada
De repente un sonido invadió el cielo, anunciando la llegada del Primer Mandatario; a lo lejos se vislumbraban cuatro helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana, que con sus maniobras de aterrizaje perfectamente planeadas dejaron boquiabiertos a más de uno.
En medio de gritos y porras como: ?¡se ve, se siente, Vicente está presente!? y ?¡Chente, Chente!? el Presidente caminó hacia el estrado saludando a aquéllos que estaban sobre la valla de contención.
?¿De verdad es Fox??, ?se ve más joven en la televisión? o ?ya está todo lleno de canas?, fueron las frases que se escucharon durante la breve estancia del Presidente de México. Durante todo el evento, jóvenes estudiantes no cesaban de hacer la ?V? de la victoria y mandar saludos al mandatario, a lo cual Fox Quesada respondía con saludos y sonrisas.
Finalizado el evento, los civiles que resguardaban los ?corrales? de prensa impidieron la salida a los reporteros de diversas medios con la excusa de ?son órdenes que me dieron, no los puedo dejar salir hasta que se vaya el Presidente?, afirmó un vigilante.
Están de acuerdo
Durante la ceremonia que se realizó en Santiago Papasquiaro, en dos ocasiones, el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, y el gobernador del estado, Ismael Hernández Deras, resaltaron la belleza de las mujeres del lugar.
Antes de retirarse a Guadalupe Victoria, Vicente Fox dijo: ?ojalá y me inviten de nuevo a venir a este lugar tan hermoso, con esta gente tan agradable y con estas mujeres tan hermosas?. Por su parte, Hernández Deras agregó: ?concuerdo con el señor Presidente, hay muchas mujeres bellas aquí en Santiago?, mostrando que, además de los planes de trabajo, también concuerdan en gustos personales.