Se debe investigar los lugares donde se vende el combustible robado.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Expendedores de gasolina de la Comarca Lagunera demandan que tanto la Secretaría de Hacienda como la Procuraduría General de la República (PGR) y la Profeco, investiguen no sólo la existencia de las tomas clandestinas de Pemex, sino los lugares donde abiertamente se vende el combustible robado.
Lo anterior, porque aseguran que sus negocios son objeto de hostigamiento y constantes revisiones para detectar la posible venta de ?gasolina ordeñada?, aunque desde hace aproximadamente dos años se les obligó a contar con medidores volumétricos.
Rodolfo González Veyán, presidente de la Unión de Expendedores de Gasolina de la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango, que agrupa a 120 establecimientos, asegura que no es en los negocios establecidos y controlados donde se debe buscar la gasolina obtenida por los gaso-traficantes, sino en ejidos, en las orillas de carreteras, en corralones o hasta en talleres que pudieran operar en forma disfrazada.
Además del quebranto financiero estimado en el orden de entre doce y quince mil millones de pesos que le significa a Pemex el robo de gasolina mediante tomas clandestinas, el ex subsecretario de Normatividad de la Secretaría de Economía, Juan Antonio García Villa, destacó el riesgo para la seguridad pública y para la ecología, por motivo de los derrames de combustible.
Por su parte el sector empresarial en voz de su presidente, Víctor Alducin Flores, señaló que es una situación grave y atribuyó a la Procuraduría General de la República (PGR) la obligación de aumentar su capacidad de respuesta.
Si bien dice que por la forma en que operan las tomas clandestinas, quienes las construyen y conectan con los ductos de Pemex podrían ser empleados o ex empleados, González Veyán prefiere no hacer comentarios, respecto a la posibilidad de que en este negocio pudieran participar empresarios del ramo que de esta forma, le ?revuelvan? a su mercancía para obtener mayores ganancias.
?No me consta?, expresa, pero el sistema es muy sofisticado, organizado y hasta se podría decir, protegido.
Al representante de los comerciantes en gasolina le parece muy difícil, ?aunque no imposible? que algún empresario le entre a la venta de combustible robado.
Pero él mismo se responde, ?hay demasiado control con los medidores que operan conectados con un software y que son tan claros como mostrar cuánta gasolina te surten, cuándo, a qué hora y cuánto vendes por cada una de las máquinas despachadoras?.
Somos una bomba de tiempo: Marrufo
?Somos una bomba de tiempo, ojalá Dios no lo quiera, pero todos vamos a desaparecer si no se frena esto?, dice el presidente municipal José Luis Marrufo Álvarez, en relación a los ductos donde se descubrió que había un robo desmesurado de gas y combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Lo anterior porque según el presidente, hasta el momento se han encontrado cinco propiedades con tubería instalada para seguir con la sustracción ilegal de los productos de Pemex y podría haber muchos más atravesando la ciudad, lo que representa un inminente riesgo para la población, estimada en poco más de 50 mil habitantes. ?Me preocupa porque aquí está instalada toda mi familia, todo el pueblo, lo que representa un peligro constante?, afirma Marrufo.
Se estima que en dos horas podría llenarse una pipa de diez mil litros, lo que lo hace un gran negocio para quienes están inmiscuidos; el caso más reciente fue el del recaudador de rentas David Flores Lavenant, quien negó tener algo que ver con la toma clandestina y señaló que había sido su primo Sergio Meléndez Lavenant quien había cometido el ilícito.
?Son ganancias millonarias las que dejan esas tomas, yo creo que las personas que están detrás de todo esto son ex trabajadores de Pemex porque saben cómo está el negocio, hacen los túneles con una gran perfección, propia de ingenieros?, comenta Marrufo Álvarez .