GUADALUPE VICTORIA, DGO.- Ex trabajadores de la extinta maquiladora Kentucky Lajat hicieron una manifestación de protesta por incumplimiento de Lázaro Bello Garza, dueño de la empresa textil, ya que han pasado 15 días de término de labores y no ha pagado las indemnizaciones.
Los ex empleados se presentaron en la Presidencia Municipal, donde pidieron al alcalde Mario Ramírez Corral su intervención para exigir a Bello Garza el pago inmediato de las liquidaciones conforme a la ley, pues ha pretendido hacer arreglos donde con amenazas pretende pagar cantidades irrisorias.
De acuerdo con la información de los ex trabajadores, desde hace 15 días la maquiladora empezó con los despidos y el 26 de agosto fue el último y definitivo, con el compromiso de Bello Garza ante el Gobernador y el Alcalde de pagar el viernes pasado, lo cual no se cumplió.
A la fecha hay 80 personas que exigen su liquidación; algunas como Cristina Guerrero presentaron demanda ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pues ?no estoy de acuerdo con las negociaciones que pretende la empresa?.
Gloria Salas, con ocho años de antigüedad, dice: ?me corresponden 48 mil pesos, pero la empresa pretende darme 19 mil, lo cual no acepto?; también Javier Romero hace saber que ?la empresa está empleando un plan dilatorio para obligar a que acepten lo que ofrecen?.
El Alcalde, tras escuchar a los ex empleados de Lajat, se comprometió a gestionar una pronta solución, pues está consciente de que estas personas necesitan empleo y actualmente carecen de recursos para sostener a sus familias.
Plan dilatorio
En las instalaciones de Lajat hay algunos trabajadores que impiden el paso y comentan que Jesús Álvarez Múñez es el jefe de Recursos Humanos encargado de pagar los cheques, pero ayer no se presentó; supuestamente llegaría hasta en la tarde con otros pagos.
Carmen Chávez, gerente de Calidad de esa empresa, se negó a dar información; dijo que el único autorizado era el dueño Lázaro Bello o Álvarez Muñoz.
Mientras tanto, los trabajadores hacen guardia para ver cuándo les tocará su turno de liquidación; las personas tienen 15 días, otras ocho, pero en general muestran desesperación, malestar por la falta de trabajo y dinero.
