EFE
MÉXICO, DF.- Una organización de mujeres católicas pidió ayer desde México al Papa Benedicto XVI que se investigue y castigue los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra religiosas en América Latina.
El capítulo mexicano de la Red de Católicas por el Derecho a Decidir señaló que el acoso contra las religiosas “es moneda corriente de punta a punta en Latinoamérica, tanto como los casos de abuso sexual de menores, pero muchas monjas callan porque están sometidas a los votos de obediencia y silencio”.
“Pero ahora pedimos al Papa que profundice en las investigaciones sobre los casos de violación de religiosas por sacerdotes en América Latina y otras regiones del mundo”, dijo Consuelo Mejía, directora en México de la organización de mujeres católicas.
“Consideramos que el Papa no puede cerrar los ojos ni mirar para otra parte ante un flagelo que socava la dignidad y los derechos humanos de las religiosas y ofende a la humanidad entera”, añadió.
Mejía se abstuvo de cuantificar los casos denunciados de abusos de religiosas por sacerdotes, pero insistió en que “el problema existe y no se puede soslayar desde los obispados o el Vaticano”.
Mencionó que la monja Maura O’Donohue, integrante de una orden de médicas misioneras, documentó en 1994 varios casos de religiosas abusadas por religiosos y obligadas a abortar en África y otras regiones, aunque la jerarquía hizo “más o menos oídos sordos ante sus denuncias”.
La ex monja mexicana Pilar Sánchez, asesora de Católicas por el Derecho a Decidir, declaró por su parte que en su país “ha habido abusos y violaciones sexuales contra religiosas”, pero no se han denunciado.
“Lo que ocurre en la Iglesia es que las monjas soportan solas su pena y su sentimiento de culpa”, dijo.
“En el caso de México, quisiéramos ver una acción enérgica y determinada del Vaticano en relación con las denuncias de pederastia formuladas contra (el octogenario sacerdote y fundador de la orden de Los Legionarios de Cristo), Marcial Maciel”, declaró Mejía.