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México, df.- Pese a los esfuerzos públicos y privados y el trabajo de diversas organizaciones civiles, en México no se ha logrado enraizar una cultura de la discapacidad que afecta a casi diez millones de personas, dijo la diputada Adriana González Furlong.
La presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, señaló que la discapacidad no es sólo un problema de salud sino fundamentalmente social y en el país no ha sido atendido en la proporción y con el sentido que demanda.
González Furlong consideró en entrevista que no obstante que este año se logró un gran avance con la aprobación de la Ley General para Personas con Discapacidad, la tarea no acaba ahí.
Al respecto subrayó que falta operar presupuestos, instituciones, planes y programas, e incluso perfeccionar la misma Ley pues la realidad social impone nuevos ritmos y sobre todo falta calar profundo en la sociedad.
Sostuvo que no es suficiente con eventos deportivos que muevan la emoción social cada cuatro años o con los grandes esfuerzos de la asistencia social, sino hace falta un esfuerzo constante, porque los problemas de la discapacidad se viven y aparecen día con día.
Tan sólo en materia laboral, indicó, el 98 por ciento de las personas con discapacidad carece de empleo y un porcentaje similar de la infraestructura urbana de todas las regiones del país no cuenta con elementos de accesibilidad y libre tránsito para este tipo de personas.
En el rubro de educación, continuó, los niños y jóvenes con discapacidad no pueden ser atendidos adecuadamente ya que sólo siete por ciento de los maestros tiene preparación en educación especial.
Aunado a lo anterior, no se ha fomentado una verdadera cultura de la discapacidad, de manera de aprender a convivir, producir y compartir con las personas con discapacidad en el ámbito social, laboral, académico, artístico y cultural, refirió.
Finalmente resaltó que por ello es fundamental que el Estado asuma, más allá de cuestiones electorales o coyunturas sociales, un verdadero compromiso con el diez por ciento de la población nacional que vive alguna situación de discapacidad.