PREOCUPADOS | ESTÁN AL PENDIENTE DE WILMA
El Siglo de Torreón
Ana Serradilla, Paty -integrante de Jeans- y Carlos Rivera han sentido el poder
de la naturaleza
TORREÓN, COAH.- Las imágenes que continuamente están apareciendo en los noticieros son impresionantes: un mar enloquecido, fuertes vientos llevándose lo que encuentran a su paso y personas atemorizadas que se refugian en casas y albergues.
El huracán Wilma ya está en México; en todo el país hay preocupación por los habitantes de Quintana Roo y Yucatán.
Algunos artistas también están a la expectativa pues no desean que nada malo suceda, sin embargo no pueden dejar de sentir cierto temor, pues ellos también saben lo que se siente.
Ese es el caso de la actriz Ana Serradilla, de Paty (integrante de Jeans) y de Carlos Rivera. Este último jamás ha estado en el ?ojo del huracán?, sin embargo sí se ha enfrentado a la fuerza de la naturaleza.
Y todo por ?Rita?
Era septiembre; Paty, Karla, Amy y Sabrina estaban felices porque se encontraban en Estados Unidos promocionando su nuevo material... pero la alegría se convirtió en angustia cuando les informaron que el huracán Rita estaba a punto de llegar a Houston: justamente la ciudad donde se hospedaban.
?Justo íbamos a estar en Houston el día que pegaría Rita... sí estuvo muy cañón, estuvimos albergados en un hotel de Dallas, a donde también llevaron a la gente que se vio afectada por el huracán Katrina. Se sentía un ambiente muy triste, fuera de lo normal y teníamos mucho miedo porque decían que iba a ser uno de los más fuertes de toda la historia.
?En México nuestras familias nos hablaban para decirnos que ya nos regresáramos, afortunadamente ni a la gente (de Hoston) ni a nosotros nos pasó nada porque bajó de categoría?, contó Paty vía telefónica desde la Ciudad de México.
La líder de Jeans se dijo un poco preocupada porque tiene familiares en Playa del Carmen, a donde ya llegó el Huracán Wilma. También contó que su mamá se encuentra en un crucero por el Caribe, pero el capitán tomó las debidas precauciones y todos los pasajeros están seguros.
Huracán no, temblor sí
Carlos Rivera Guerra, ganador de la tercera generación de la Academia, no sabe lo que es vivir en medio de un huracán, pero por el contrario sí ha sentido que la tierra se mueve bajo sus pies.
En su mente tiene grabada la imagen de cómo se caían las objetos de su casa, no olvida el temor que les invadió a él y su familia al percatarse que el suelo se movía incesantemente. Los 50 segundos que duró el sismo que vivió hace unos años en su natal Tlaxcala, le parecieron eternos.
?Estaba en mi casa con mi mamá, mi nana y mis hermanos cuando de repente todo se comenzó a mover; los cristales temblaban y las cosas se caían. Salimos corriendo a la calle, obviamente le dimos prioridad a mi hermanito chiquito y a las mujeres, para ese momento mis vecinos ya estaban afuera?.
El novel artista contó que los adoquines que recubrían las calles se movían como olas, y que los cables de luz comenzaron a pegarse. ?Duró como 50 segundos, pero se me hizo eterno?.
El mismo año hubo otro temblor, pero le tocó en la escuela. ?Pensé que era un simulacro, pero después me di cuenta que era real cuando comencé a sentir el movimiento?, finalizó.
Además de contar su experiencia, Carlos se dio tiempo para contar que finalmente en noviembre estará listo su primer material discográfico bajo el sello de Sony-BMG. También contó que él interpretará el tema de una película que está próxima a estrenarse y la cual protagoniza Angélica María.
Le cambia la vida
Ya pasaron tres meses, pero Ana Serradilla aún siente ganas de llorar cuando recuerda lo que vivió en julio pasado, cuando el huracán Emily impactó con su furia en Cancún, donde ella se encontraba con unos amigos.
?Estábamos en unas cabañas en Tulúm. Nos tuvimos que refugiar en un hotel en Cancún, ahí estuvimos en el momento del huracán y al día siguiente salimos a ver qué había pasado?.
La actriz de Las Juanas asegura que sintió un gran vacío y mucha impotencia al ver que la gente estaba sacando las cosas de sus hogares, e incluso cargaba con techos. ?Me tocó estar en un supermercado peleándonos por el pan porque no sabíamos qué iba a pasar, cuánto iba a durar, ni qué iba a suceder. Es como un caos, y una incertidumbre muy fuerte?.
Al día siguiente de la llegada del meteoro, Ana y sus amigos regresaron a Tulúm para recoger escombros, quitar lodo y llevar comida. El frente de las cabañas de sus amigos quedaron totalmente destruidas ya que se encontraban prácticamente a la orilla del mar.
?A raíz de eso sí cambió mi manera de pensar, supe que solamente hay de dos tortas: o te pones a pensar que somos muy livianitos y que la naturaleza en cualquier momento nos puede destruir, o te envuelves en una actitud muy positiva y tratas de pensar todo lo contrario para protegerte de eso, porque la mente mueve montañas y cuando tenemos a un mundo de gente con miedo, atraemos las cosas negativas?.