Ginebra, (EFE).- El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) y la constructora española Dragados presentaron en Ginebra la principal caverna subterránea de esa instalación, preparada para albergar el gigantesco laboratorio que investigará los misterios del Universo.
La caverna, destinada a acoger los enormes aparatos que detectarán las colisiones de partículas en condiciones similares al Big-Bang que supuestamente dio origen al Universo, ha sido construida en cinco años por la empresa española Dragados en colaboración con la italiana Seli y otras firmas europeas.
Situada a cien metros de profundidad, la nave tiene dimensiones similares a la de una gran catedral con 53 metros de largo y 26 metros de diámetro, y dispone de un agujero de unos 20 metros de diámetro y otros 50 de profundidad, que conduce al exterior.
En ese pozo se introducirá en 2006 el gigantesco sistema de detección de la colisión de partículas, consistente en una serie de potentes sensores que podrán analizar la manera en que se desintegran, la trayectoria que adoptan y cómo se recomponen.
Ese mecanismo, conocido como el gran colisionador de hadrones (LHC en sus siglas en inglés), permitirá hacer todo tipo de mediciones sobre la colisión de las partículas.
El CERN, también conocido como Laboratorio Europeo de Física de Partículas, tiene previsto comenzar a partir de 2007 la investigación con el LHC y con otras de sus instalaciones situadas en Ginebra, en una zona fronteriza entre Suiza y Francia.
La construcción de la gigantesca caverna ha requerido un total de 90.000 metros cúbicos de hormigón, el equivalente al cargamento transportado por 35.000 camiones, y unas 3.500 toneladas de acero, una cantidad parecida a la que contiene la Torre Eiffel.
El director general adjunto del Grupo Dragados, Antonio Espinos, destacó en la presentación de la caverna ahora concluida la "complejidad técnica" de la obra, y señaló que se trata de un "proyecto emblemático" en el que han participado empresas de varios países y trabajadores de más de una veintena de nacionalidades.
"En treinta años de trabajo nunca había afrontado una obra de características tan técnicamente complejas", dijo Espinos a EFE.
Precisó que a diferencia de otras obras en la que se ponen los cimientos y luego se edifica, ésta se ha tenido que construir en un enorme agujero que luego ha sido necesario rellenar y aislar.
La caverna se encuentra en la zona norte del túnel subterráneo de 27 kilómetros de circunferencia, situado a unos 90 metros de profundidad en un terreno fronterizo entre Suiza y Francia en el que se llevará a cabo la experimentación científica.
El director general del CERN, el francés Robert Aymar, destacó que en la construcción de esa caverna no hubo "ningún accidente", y se mostró esperanzado en que la obra contribuirá a "mantener la reputación" del prestigioso laboratorio mundial de la investigación fundamental y lograr nuevos hallazgos.
El nuevo objetivo de ese centro de investigación es probar la veracidad de la teoría desarrollada por el físico escocés Peter Higgs acerca de la manera en que las partículas adquieren masa, lo que permitiría descifrar la clave del misterio sobre la manera en que se formó el Universo.
Según esa teoría, todo el espacio está lleno del llamado "campo de Higgs" y las partículas adquieren su masa de la interacción con ese campo que el LHC es susceptible de detectar.
El CERN es un organismo integrado por una veintena de países miembros en el que actualmente trabajan unas nueve mil personas, de las que seis mil 500 son científicos de todo el mundo.