Quito, (EFE).- Las 171 valiosas piezas arqueológicas ecuatorianas recuperadas el año pasado de manos de un coleccionista italiano en Milán serán expuestas a en el museo del Banco Central del Ecuador.
Las piezas recuperadas, que se encuentran en buen estado de conservación, están elaboradas, en su mayoría, en cerámica, pero también hay obras en piedra, cobre, hueso y concha.
Pertenecen a las culturas Valdivia, Chorrera, Bahía, Jama Coaque, Guangala, Manteño y Capulí, corresponden al período Formativo, Desarrollo Regional e Integración y tienen una antigüedad de mil 500 a seis mil años.
La colección está conformada por una variedad de figuras antropomorfas que representan a distintos personajes: hombres, mujeres, sacerdotes, sacerdotisas, jefes, entre otros.
Hay, además, asientos circulares de cuatro patas decorados con variados diseños geométricos, vasijas de diferentes formas, tamaños y colores.
Con la exposición, titulada "Rescate del Patrimonio Cultural", el Banco Central pretende instar a la población a recorrer por su pasado y reconocer la importancia del mantenimiento en el país de las piezas arqueológicas.
"La desaparición de estos bienes culturales constituye una pérdida definitiva y un empobrecimiento irreversible del patrimonio cultural. En consecuencia, su protección obliga a todos los ecuatorianos y al Estado a luchar por su integridad, conservación y constante valorización", afirma el Banco Central en un comunicado.
Las piezas que se exhibirán desde mañana en Quito fueron sacadas de Ecuador en la década de los ochenta por un coleccionista privado italiano quien intentó venderlas en febrero de 2003 en Bergamo (Italia), lo cual alertó a las autoridades.
Mario Guerrero, cónsul de Ecuador en Milán, realizó los trámites legales ante la justicia italiana, la cual dictaminó su fallo en favor de Ecuador para devolver el patrimonio al país.
"Los bienes arqueológicos forjados por las manos de nuestros antepasados son testimonios de la historia ecuatoriana por lo que cada pieza es única", señala el Banco Central.
Agrega que estas piezas son una prueba de la producción material y espiritual de los pueblo y culturas originarias de Ecuador, son referencias de una historia milenaria, que "ayudan a esclarecer y fortalecer la identidad de los ecuatorianos".
