Agencias
MÉXICO, DF.- Anders Kompass, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó ayer que el mayor reto para reducir la brecha entre lo que quiere la sociedad y lo que ofrece el Gobierno de México, consiste en mejorar la procuración e impartición de justicia.
Kompass sostuvo que, entre los países de América Latina, México se encuentra en la cola de los que promueven reformas de fondo en su sistema judicial, situación de la cual responsabilizó en parte a los legisladores que no distinguen entre los tiempos para pelear y los de lograr acuerdos.
“Los mexicanos no tienen confianza en sus abogados, no confían en sus jueces y la deficiente impartición de justicia es parte de la enfermedad que tenemos en el país”, puntualizó el representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en una conferencia que ofreció a estudiantes de la Universidad Mesoamericana San Agustín.
De acuerdo con el diplomático de origen sueco, los derechos humanos no pueden estar exclusivamente a cargo de abogados o políticos, porque se trata de un asunto que compete a todos.
Dijo que la impartición de justicia es uno de los puntos débiles de México y exhortó a la sociedad en general a asumir plenamente su rol protagónico en el asunto.
Kompass aseveró que los países miembros de la ONU deben hallar pronto una solución al tema de la intervención de una nación, para lo cual se requiere un mecanismo que sea creíble, así como evitar en lo sucesivo casos lamentables y dramáticos como el de Irak.
“La ONU tiene la obligación de proteger a los pueblos y evitar que se sigan violando los derechos humanos bajo el nombre de una soberanía, pero el problema es hallar un mecanismo de intervención que tenga credibilidad”, asentó.