El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Un vaso de agua no se le niega a nadie. Y así, Jesús Luna Díaz, dueño de un tabarete, le dio de beber a Gregorio Varela Favela, de 46 años. El sediento se comportaba extraño, como si estuviera ebrio y deliraba. Diez minutos después, Gregorio estaba tirado en la banqueta, había muerto.
?Yo lo vi, andaba bien mal, le dije, mírate nomás, le di el agua y decía que le dolía la panza, luego se portaba como si lo hubiera atropellado un carro?, dijo el comerciante que se acercó al lugar de la muerte; la calle Valdez Carrillo casi esquina con la avenida Presidente Carranza.
A las 10:00 horas se recibió el reporte en la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) una patrulla acudió al lugar a confirmar los hechos. El cuerpo de un hombre de aproximadamente 50 años estaba sin vida y carecía de identificaciones.
En la agencia del Ministerio Público se dio a conocer que el finado tenía su domicilio en la privada Puerto Rico número 54 bis, de la colonia Aviación. Su hermano José Luis se encargó de identificarlo y vive en la misma calle, pero en el número 48.
Al momento de su declaración, José Luis dijo que su hermano tenía al menos dos o tres días sin tomar alcohol, también reconoció que era afecto a la bebida de muy alta graduación y que ya llevaba días en la calle.
?Después de que le di el agua se metió a la central de autobuses (sobre Valdez Carrillo entre Revolución y Carranza) luego se salió y caminó. Yo fui a un mandado y cuando regresé me dijeron, mire, ya se murió el señor del agua?, señaló Jesús Luna.
El cuerpo terminó a un costado del bar La Central, junto a una base de taxis. Los curiosos rodeaban el cadáver que estaba cubierto con un plástico azul y uno negro. No faltó el interesado en conocer la identidad del muerto que se acercó a levantar el plástico para ver el rostro inerte.
Mujeres que llevaban de la mano a sus hijos iban caminado tranquilas de norte a sur por la baqueta de las Valdez Carrillo y hasta que llegaban a la altura del cuerpo, se azoraban y jalaban al menor para cruzar la calle a paso veloz.
Después de casi media hora, arribó al lugar el Ministerio Público, para dar fe de la defunción del hombre que más tarde fue identificado como Gregorio y ya fue entregado a sus familiares, para su sepultura.
Hombre suicida
En la casa de su hermano, un hombre de 41 años, decidió privarse de la vida, para lo cual utilizó una soga de plástico que ató a una viga. El finado estaba bajo tratamiento antidepresivo y un mes antes intentó suicidarse.
La agencia del Ministerio Público tomó conocimiento de la defunción de Armando Zubía Valdez, de 41 años, con domicilio en la calle Múzquiz 419, de la colonia Valle Verde, y fue descubierto por su hermano Sergio, de 31 años.
El suicidio se llevó a cabo en la finca ubicada en la calle Vicente Guerrero número 242, de la colonia Abastos y según el hermano del extinto, lo dejaron solo en casa desde el mediodía, y al regresar a las 17:00 horas, lo encontraron muerto.
Sin explicar las causas del tratamiento antidepresivo, Sergio Zubía dijo que desde febrero, su hermano estaba bajo atención especializada y que la última vez que trató de perder la vida fue mediante la ingesta inmoderada de medicamentos.
