El cohete Volná debió ubicar al Cosmos-1 en una órbita de 800 kilómetros de altura y una vez allí el aparato desplegaría sus velas para captar el viento solar y comenzar un vuelo en torno a la Tierra.
Moscú, (EFE).- Un fallo en el cohete Volná lanzado desde un submarino ruso sumergido frustró el vuelo del "velero espacial" Cosmos-1, cuya misión era investigar el desplazamiento de naves en el espacio con ayuda del viento solar, informó la Armada de Rusia.
Un portavoz de la Flota rusa del mar Norte dijo a la agencia oficial Itar-Tass que "transcurridos 83 segundos después del lanzamiento el propulsor de la primera fase del cohete dejó de funcionar".
"Toda esperanza de que el 'velero espacial' pudiera haberse salvado ha muerto", agregó al explicar que para las 07:00 hora de Moscú (03:00 GMT) los radares rusos no había registrado señales del aparato.
El lanzamiento del Cosmos-1 se produjo a desde el submarino nuclear "Borisoglebsk" sumergido en la aguas del mar de Barents.
"El lanzamiento del cohete desde el submarino transcurrió según el programa previsto, el Volná salió a la superficie y comenzó su vuelo", dijo el portavoz naval.
Fabricados en el Centro Makéyev, en la región de Cheliabinsk, en los montes Urales, los cohetes Volná son una versión modificada de los misiles balísticos intercontinentales para emplazamiento en submarinos RSM-50 (SSN-18 Stingray, según la clasificación de la OTAN).
Fuentes del Centro Makéyev confirmaron el fallo de la primera etapa de cohete e informaron que los especialistas centro analizarán detenidamente toda la información recibida durante los 83 segundos que duró el vuelo del cohete.
Un experto citado por Itar-Tass indicó que a diferencia de los cohetes militares, el Volná no está dotado de un sistema de autodestrucción que se activa en caso de fallos, por lo que no se descarta la posibilidad de que sean hallados restos del portador.
El Cosmos-1 o "velero espacial" es un proyecto el Centro Científico Espacial Lavochkin de Moscú financiado por varias organizaciones no gubernamentales y la Sociedad Planetaria de Estados Unidos.
De acuerdo al programa previsto, el Volna debió ubicar al Cosmos-1 en una órbita de 800 kilómetros de altura y una vez allí el aparato desplegaría sus velas para captar el viento solar y comenzar un vuelo en torno a la Tierra.
El fallo del Volná apenas 19 horas después del fracaso de la puesta en órbita de un satélite militar, también por desperfectos en el cohete portador, en esa ocasión un Molniá-M lanzado desde el cosmódromo de Plesetsk, 800 kilómetros al noroeste de Moscú.